Con frío y sin humedad

G.B.
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En el calendario de los esquiadores riojanos está ya anotada la fecha del 30 de noviembre, pero la apertura de la temporada depende del cielo y de la atmósfera. El sistema de nieve producida necesita bajas temperaturas y aire seco

Uno de los cañones móviles de la estación de esquí, en pleno funcionamiento, en una imagen de la pasada temporada. - Foto: Óscar Solorzano

Como los agricultores, los gestores de estaciones de esquí miran al cielo, pero sobre todo al termómetro y al higrómetro. Frío y aire lo más seco posible son los parámetros soñados para poner en marcha los cañones de producción de nieve, y si previamente cae una nevada 'natural' que enfríe el terreno y haga capa, miel sobre hojuelas. 

Conjugar todos esos parámetros para anunciar con seguridad absoluta el arranque de la temporada de esquí en un centro invernal modesto en altitud, como es Valdezcaray, se antoja complicado. Sobre el papel, en el calendario aparece anotado el 30 de noviembre, pero como reconoce el gerente de la estación riojana, Carlos Pérez, esa fecha «es más bien una declaración de intenciones», el inicio de la campaña desde el punto de vista del calendario laboral de la plantilla.

De hecho, dependiendo de cuándo caiga la nieve se podría incluso abrir antes, pero si se demora será preciso retrasarla. Aunque las laderas del San Lorenzo y las pistas de Valdezcaray blanqueaban el martes no fue más que un espejismo, porque ni el raquítico espesor ni las temperaturas permiten poner en marcha los caños de nieve. 

Carlos Pérez no se aventura a pronosticar el tiempo que puede hacer en los próximos días y semanas, pero a corto plazo la perspectiva no es demasiado halagüeña.

En la noche del martes al miércoles el termómetro de Valdezcaray midió 3 grados bajo cero, pero con un índice de humedad alta. Lo ideal sería encadenar varias noches de valores bajo cero y que durante el día la temperatura no subiera demasiado, lo que aún no ocurre.

Además de contar con una capa de nieve natural suficiente para poder ganar espesor con la que producen los cañones se precisa la conjunción de frío y escasa humedad. El gerente pone ejemplos: con cero grados puede llegar a fabricarse nieve, aunque no mucha, si la humedad es del 20 o 30 por ciento, es decir ambiente seco; pero con un 70 por ciento se necesitan al menos 4 grados bajo cero. Con mínimas de 8 o 10 bajos cero la humedad deja de ser un factor tan importante para conseguir nieve producida, como le gusta decir a Carlos Pérez, que desecha el término 'artificial', «porque no lo es; se induce la fabricación de nieve pulverizando agua con temperatura negativa, con medios naturales; sería más bien un cultivo».

Las previsiones apuntan a algunos días sueltos con temperaturas bajo cero la próxima semana, pero insuficientes para la innivación, porque a la vez suben las máximas. 

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