El cielo se despeja para los trabajadores de la planta de Plaza Chica de Cervera que, después de cinco meses de incertidumbre, parece que tendrán en breve un nuevo empleador. Así se lo ha avanzado el administrador concursad tanto a los sindicatos como al alcalde del municipio, Álvaro Forcada, que confirman que hay una empresa malagueña que está a punto de cerrar una operación de compraventa sobre esta factoría, cerrada por una investigación por presunto fraude alimentario.
Carlos Alfaro, responsable de la Federación de Industria de UGT, señala que «hay buenas noticias y hemos pasado de estar hablando de un ERE de extinción a estar a expensas de que la operación salga adelante», una afirmación que realiza con mucha prudencia porque recuerda que un grupo inversor ya mostró anteriormente su interés sin que llegara a materializar una oferta. Esta vez, las nuevas son más alentadoras porque la compañía, con sede social en Benalmádena y del ámbito alimentario, ha realizado una propuesta de compra en firme.
Los 43 trabajadores de Plaza Chica se subrogarían a la nueva sociedad, en principio, con la antigüedad y mismas condiciones que las actuales, por lo que no se ha prorrogado el ERTE que concluyó el 31 de mayo ante las expectativas, parece que bastante fundadas, de que el acuerdo pueda cerrarse antes de 15 días, jornadas que aprovechará la plantilla para disfrutar de vacaciones.
«Esperamos que en este periodo se cierre la oferta», confía Alfaro que apunta que si la transacción no se completa en esta quincena intentarán «buscar una solución», siempre y cuando se salvaguarden los puestos de trabajo. «Si vemos que la empresa se echa para atrás, tendremos que negociar un ERE», asegura el representante sindical que espera, no obstante, que la negociación llegue a buen término y que la compañía, cuyo nombre no se ha desvelado para garantizar la discreción de la operación, se haga con la factoría de Cervera de Plaza Chica.
Alfaro, que insiste en la prudencia, se muestra esperanzado en que se concrete la venta, que supondría un gran noticia para una comarca «bastante afectada». Señala que, según la información de la que disponen, se trata de una empresa consolidada, aunque espera contar con más información para analizar su solvencia.
Aval judicial. La operación ha de contar con el aval del juez de lo Mercantil, que debe dar el visto bueno para la venta de una empresa que se dedica al envasado en diferentes formatos de bonito y atún. El responsable sindical, que informó ayer a los trabajadores de la actual situación, señala, además, que el Ayuntamiento de Cervera, propietario de una de las naves donde opera Plaza Chica, muestra su conformidad con la operación. «Por lo que a nosotros y a la residencia de mayores [propietarios de otra de las naves] compete, daremos todas las facilidades», anuncia el alcalde de Cervera, el popular Álvaro Forcada.
«Es una buena noticia», destaca el edil, que ofrece su colaboración a la futura propietaria de la empresa, que adquiriría las unidades productivas, mientras las naves quedarían en manos de la Corporación y la residencia de mayores, con los que deberá renegociar el alquiler de una factoría cuya plantilla está compuesto principalmente por personal femenino.