El Ejército de Israel anunció este lunes que 11 rehenes israelíes fueron liberados por el grupo islamista Hamás y que están siendo trasladados a territorio israelí, en el marco del cuarto día del acuerdo de intercambio de rehenes por presos en paralelo a un alto el fuego temporal.
"De acuerdo con información proporcionada por la Cruz Roja, 11 rehenes israelíes están de camino a territorio israelí", informó la portavocía militar en un comunicado.
Tras su llegada a Israel, se prevé que los rehenes sean llevados a distintos hospitales del país para someterse a análisis médicos y reencontrarse con sus familiares.
Según informó un colectivo de familiares de rehenes, los 11 liberados son residentes del kibutz Nir Oz, una comunidad adyacente a la Franja de Gaza.
El mismo grupo precisó que entre los liberados hay nueve niños y dos mujeres.
En base al acuerdo con Hamás, está previsto que Israel proceda ahora con la liberación de un grupo de 33 prisioneros palestinos (tres mujeres y 30 menores).
Con estas liberaciones, concluirá la primera fase del acuerdo, que se extendía por cuatro días y preveía la puesta en libertad de 50 rehenes israelíes y 150 presos palestinos.
El grupo islamista ha puesto en libertad al menos 19 personas adicionales no incluidas en el acuerdo, incluyendo 17 tailandeses, un filipino y un rehén con doble nacionalidad ruso-israelí.
Este lunes, poco antes de que caducara el pacto que entró en vigor el viernes por la mañana, Hamás, Catar y Estados Unidos anunciaron que este se extendería por dos días más, durante los cuales el grupo islamista liberará a al menos 10 rehenes por día.
Israel declaró la guerra a Hamás el 7 de octubre tras un ataque del grupo islamista, que incluyó el lanzamiento de más de 4.000 cohetes y la infiltración de unos 3.000 milicianos, que mataron a unas 1.200 personas y secuestraron a más de 240 en comunidades israelíes cercanas a la Franja de Gaza.
Las fuerzas aéreas, navales y terrestres de Israel han contraatacado desde entonces en el enclave palestino, donde ya suman más de 15.000 muertos, según autoridades palestinas, la mayoría niños y mujeres, y se estima que más de 7.000 personas están desaparecidas bajo los escombros.