El presidente del Gobierno de La Rioja, Gonzalo Capellán, acompañado del consejero de Política Local, Infraestructuras y Lucha contra la Despoblación, Daniel Osés, y de los alcaldes de Logroño y Villamediana de Iregua, Conrado Escobar y Rubén Gutiérrez, respectivamente, ha inaugurado este viernes el nuevo carril ciclopeatonal que "favorece la conexión e impulsa la movilidad sostenible entre ambas localidades", conectando además con el polígono industrial de Puente Madre.

Esta actuación ha contado con una inversión de más de 2 millones de euros y ha sido cofinanciada entre el Ejecutivo autonómico (337.025,95 euros) y la Unión Europea a través de los fondos PRTR (1.700.421 euros), informa Europa Press. 

Las obras, que han sido ejecutadas por la empresa Ismael Andrés S.A. en base al proyecto redactado por TYPSA, son parte del compromiso del Gobierno de La Rioja con "el impulso de la movilidad sostenible y la mejora de la seguridad vial en nuestras carreteras", ha señalado Gonzalo Capellán, quien ha enmarcado este proyecto en el objetivo de "facilitar la conexión entre Logroño y los núcleos urbanos de su entorno, en este caso, Villamediana de Iregua, que tiene una importante circulación tanto de peatones como de ciclistas".

El presidente ha señalado que esta actuación "no es puntual, ni aislada, sino que se va a unir a las que ya estamos desarrollando para conectar Logroño con Lardero, y Lardero con Alberite, lo que se va a complementar con nuevas intervenciones como la rehabilitación del puente de hierro de Alberite, de manera que a futuro podamos disponer de un carril metropolitano que nos permita conectar también Alberite con Villamediana de Iregua".

Por su parte, Conrado Escobar ha destacado que esta actuación "va a favorecer la comunicación entre ambas localidades de una manera más rápida y segura, pudiéndose llegar prácticamente hasta Los Lirios y conectando con la zona universitaria y con el amplio entorno ciclopeatonal de Logroño".

Para la localidad de Villamediana de Iregua, en palabras de su alcalde, Rubén Gutiérrez, se trata de una intervención "muy importante" que se podrá conectar al carril bici que proyecta realizar el Ayuntamiento hasta el casco urbano, a través del camino de la Avenida Caballeros Templarios. Si bien, ha señalado que se está a la espera de que el Ministerio construya una pasarela ciclopeatonal sobre la AP-68.

El vial cuenta con una superficie total de 1.211 metros y una anchura de 5 metros, de los que tres corresponden al carril bici y otros dos a la zona peatonal. Asimismo, cuenta con iluminación LED a lo largo de todo el recorrido. Comienza en la margen derecha de la Avenida Caballeros Templarios de Villamediana de Iregua.

A los pocos metros, el carril se bifurca en dos direcciones: una que da acceso al polígono industrial y otra que continúa en dirección a Logroño. Los usuarios que se dirijan a la capital transitarán por el paso inferior construido bajo la rotonda de la LR-250, junto a la gasolinera del polígono. Posteriormente, el carril circula paralelo a la carretera por su margen izquierda, hasta llegar al puente sobre el río Iregua.

En este punto, los ciclistas transitarán por el lateral aguas arriba, sobre el voladizo que fue construido para ensanchar el puente, mientras que los peatones caminarán por el lado de aguas abajo. El carril finaliza en la glorieta de la Calle Piqueras, conectando con el camino ciclopeatonal existente en la calle Plantío. Es el segundo carril ciclopeatonal que se inaugura durante la legislatura, tras la puesta en servicio del proyecto entre Logroño y el Polígono de Cantabria, que supuso una inversión superior a 3 millones de euros.

Asimismo, este año se ha impulsado la construcción de un vial compartido por bicicletas y peatones entre Lardero y Alberite, al que el Ejecutivo regional va a destinar una partida de 1,7 millones de euros. Fuera del entorno metropolitano de Logroño, recientemente se ha adjudicado la construcción del carril ciclopeatonal entre Bobadilla y Baños de Río Tobía, por un importe de más de 600.000 euros. De este modo, se retomará una obra que fue interrumpida por la aparición de restos arqueológicos.