La temporada navideña está a punto de empezar y las ciudades comienzan a engalanarse y los riojanos vuelven a tomar las calles. Este período, que se prolonga desde finales de noviembre hasta la Epifanía, es pródigo en actos sociales, siendo uno de los más multitudinarios las comidas y cenas de empresa. No hay plantilla que, en estos días, no se reúna en torno a una mesa para saludar el inicio de la Navidad y, aparcar por un momento, las obligaciones diarias.
Con el 24 y 25 de diciembre a mitad de semana y con el puente de la Constitución y la Inmaculada 'bloqueando' el primer fin de semana de diciembre, las comidas y cenas se concentran, principalmente, el viernes 13 de diciembre. La semana anterior son los visitantes los que monopolizan la oferta riojana de comedores mientras que la porterior (16 al 22 de diciembre), la proximidad de la Nochebuena minimiza su atractivo salvo en las comarcas.
Así lo entiende RubénJiménez, titular del logroñés Restaurante El Charro. Su tradicional mesón, en la Calle San Agustín, está «completo» para el 13 de diciembre aunque su teléfono no deja de recibir peticiones para este día. «Somos un mesón pequeño, para 40 comensales aunque creo que el resto estarán en una situación similar», agrega. «Este año todos quieren hacer comidas y cenas de empresas ese viernes».
Una de las tendencias de este año es que «los grupos de empresas optan más por comidas que por cenas». «Por ejemplo, el 13 y el 14 seguimos teniendo alguna mesa libre para cenar pero no así para comer». La razón es el tardeo. «La gente prefiere prorrogar la sobremesa y no tanto trasnochar», intuye.
El resto de días de las semanas precedentes, las reservas son las habituales. «El Puente de la Constitución está funcionando muy bien y el 20 y 21, por la proximidad con el 24, tenemos trabajo, pero no estamos completos», informa.
En términos similares se manifiesta Adela Contreras, responsable de El Mirador, en El Cubo, y del céntrico Restaurante Los Bracos. En ambos, «el 13 ya está completo. En El Mirador las reservas para las comidas ya se han cerrado y en Los Bracos, lo mismo para comer y para cenar: serviremos 110 comidas y 100 cenas». Su comedor en el barrio de El Cubo cuenta con 70 sillas y el de Bretón de los Herreros atiende a más de un centenar de comensales. La temporada de cenas de empresa funciona a buen ritmo y lo hace con un menú de tres entrantes para compartir y diferentes opciones de carne o pescado, con precios de unos 40, 55 y 60 euros.
Enfilando la N-232, en Casalarreina, el volumen de reservas es el habitual de todos los años, con las primeras comidas de Navidad programadas para el 29 de noviembre en LaVieja Bodega. Ángel María Pérez reseña que la semana más fuerte «son las dos previas a la Navidad» y recuerda que, en su caso, son las «comidas» las que más demanda tienen, «porque cenas solo servimos los viernes y sábados». Sus comedores pueden albergar hasta un centenar de huéspedes.
Cerca de ese templo gastronómico riojalteño se encuentra otro restaurante señero, el Terete jarrero, cuyas peticiones están circunscritas «al 20 de diciembre». «Al contrario que en Logroño, en Haro se junta todo y tenemos todas las reservas para ese viernes», informa Jaime del Val. El jefe de sala del comedor harense señala que las reservas «han funcionado como todos los años, con una particularidad: todos quieren comer el viernes 20 y nadie quiere mover sus actos para otros días». Como sucede en el resto de establecimientos, las comidas ganan la partida a las cenas.
En Nájera, las comidas también toman la delantera a las cenas. «Hay de todo, pero notamos que la gente tiene más inclinación por las comidas y solo reserva cenas como segunda opción», informa Fran Villoslada, de Los Parrales. Este restaurante familiar, con capacidad para 25-30 clientes, tiene su pico de demanda «el 20 y el 21 de diciembre aunque ya hemos empezado a tener grupos de empresa». El menú es personalizado según presupuestos y gustos, «aunque oscila en torno a 40 euros».
En LaRioja Baja, el restaurante que concentra mayor actividad es Aromas de Rioja, dependiente de la cadena hotelera Zenit. Su comedor, con capacidad para más de 200 personas, sirve de reclamo para empresas de la ciudad bimilenaria, pero también de Aldeanueva, Autol, Pradejón, Rincón y San Adrián. El responsable del hotel, Ignacio Segado, asume que en los últimos cuatro años «el restaurante va a más y se disparan las peticiones». Aromas de Rioja lleva varias semanas abriendo su salón para este tipo de actos:«No hay ningún día en particular donde se concentren más peticiones, pero de jueves a sábado estamos muy solicitados».
En la Plaza Europa abrió hace seis meses LaMusa, regentado por Giorgina Iacob, que ofrece ya cenas de empresa. Los días más fuertes son «el 21 y el 28 de diciembre, aunque tenemos peticiones para el resto de fines de semana». Oferta un precio imbatible con menú cerrado a 29 euros que ofrece «almejas y tartar de tomate y, a elegir, solomillo, cordero o salmón, todo a la brasa».
En Arnedo, el Victoria es uno de los puntos que más concentra este tipo de actos. Demetrio Domínguez asume la tendencia apuntada: «La gente se inclina más por la comida y el tardeo». Eso sí, en la Ciudad del Calzado, tanto en el Victoria como en el Sopitas, ambos con la misma dirección, los días fuertes son «el 10 de diciembre y el sábado 14». Los menús, en el primero, oscilan en torno a 45 y 50 euros mientras que en el segundo aumentan hasta 55 y 60. «El volumen y las tendencias de reservas», se despide el presidente de la Asociación Riojana de Hoteles, «son similares a años anteriores».
Desde la covid. Y, enAlfaro, el Asador San Roque, que funciona a menú cerrado a partir de 35 euros, ha evidenciado desde la pandemia «que los alfareños optan más por comer que por cenar». El responsable de este tradicional fogón, Juan Luis López, incide en que los días fuertes «son el 13 y el 20, con muchos grupos ya confirmados» aunque un segundo nicho de mercado, el de las cuadrillas de amigos, «ha reservado el 28». En cualquier caso, «ya en noviembre hemos atendido muchas comidas de empresa».
Menús para todos los gustos
La mayoría de restaurantes suelen ofrecer un menú cerrado, diferente a su habitual oferta gastronómica y con precios a partir de 35 euros, como el caso del Charro, que se eleva hasta los 45 incluyendo las bebidas. El restaurante logroñés opta por diferentes entrantes a compartir (salchichón, croquetas, pimientos riojanos, ensalada de tomata, boletus, patatas y pochas a la riojana, etc.), segundo a elegir (bacalao, pulpo, chuletillas a la brasa o entrecot) y postre.
En estas fechas el Terete, restaurante de carta, apuesta por un menú cerrado con un precio que oscila entre los 45 y los 60 euros por persona en el que los platos más demandados son la menestra de verdura y, por supuesto, el cordero asado.
Fuera de estas fechas, en el restaurante de Los Bracos y El Mirador también preparan menús especiales para Navidad y Año Nuevo «solo el 25 y el día 1». «Los menús, cerrados, están a 80 euros aunque para Reyes prepararemos uno muy especial con un precio de unos 35 euros», informaAdela Contreras.