«Los exámenes de la EBAU reflejan el trabajo de todo el curso»

Estas tres amigas han compartido examen, nervios, pero también un buen desenlace en cuanto a primeras sensaciones, «al final los exámenes de la EBAU reflejan el trabajo que hemos hecho durante todo el curso, y creo que ha ido bien» expresa Belén.

Aunque también reconocen que a pesar de la confianza que se trata de mantener, los nervios son inevitables, «te conciencias de que vas a estar tranquila pero al final es imposible no estar nervioso», dice Lucía.

En cuanto a este primer examen, indican que han sido los comentarios de texto lo que más les ha sorprendido, «nos esperábamos un texto más de actualidad, relacionado con las guerras, pero no tenían nada que ver».

Ahora, afrontan más tranquilas el resto de exámenes, convencidas de que «ya ha pasado lo peor».

«Mi ritual es cero, yo vengo aquí con lo que sé y ya está, confiando en mí mismo»

Sonriente y confiado, así se muestra Nicolás después de enfrentarse al primer examen de la EBAU, y eso que es el que más «miedo» le daba, «yo creo que me ha ido bien, con que me haya dado tiempo a hacer todas las preguntas para mí ya es un alivio». 

Las semanas de estudio las ha pasado en casa, a pesar de la insistencia de sus amigos de ir a la biblioteca, reconoce que no es para él.

Tampoco lo es seguir algún tipo de rutina para intentar llamar a la puerta de la suerte, «mi ritual es cero, yo vengo con lo que sé y ya está, confiando en mí mismo», asegura.

Aunque, reconoce, realmente no necesita conseguir una nota alta ya que tiene plaza en la Universidad de Deusto para estudiar Relaciones Internacionales y Derecho, indica, «voy a intentar ir a por la máxima nota por orgullo propio».

«El primer examen me ha parecido bastante fácil, se han portado bien»

De los dos autores que han entrado en el examen de Lengua y Literatura, Aroa reconoce que tan solo se había estudiado uno, suficiente para asegurar superar con éxito el examen, «ha sido bastante fácil, se han portado bien» expresa Aroa, «hay bastante optatividad, que es algo que nos favorece a los alumnos, aunque es bastante temario, pero ha ido bien».

Cuenta que ayer, tras ver una película con su padre para relajarse, se fue pronto a dormir, «me he levantado a las 8:30, he desayunado y, sin repasar ni nada, he venido porque no me quería poner nerviosa», aunque el examen que espera con más incertidumbre es filosofía. 

Una vez acabe la EBAU, Aroa pondrá rumbo a Estados Unidos, dónde estudiará fisioterapia con ciencias del deporte, «me gusta el deporte y juego al baloncesto».

«Al principio me costaba escribir y no me salían las palabras, pero luego ha ido bien»

Aunque Sergio asegura que el primer examen no le ha sorprendido y que «me lo esperaba así, al final es lo que hemos ido haciendo durante el curso», también confiesa que ello no ha impedido que los nervios apareciesen en el momento menos oportuno, «al principio he tenido nervios, me costaba escribir, me temblaba la mano y  no me salían bien las palabras».

Que florezcan los nervios no es malo si se está preparado para hacerle frente, como ha sido el caso de Sergio, que enseguida ha recuperado las riendas y completado el examen «bastante bien».

El próximo curso lo pasará en la Universidad de Navarra, dónde estudiará Derecho y Relaciones Internacionales. Una etapa que aguarda con «muchas ganas», aunque con la pena de despedirse de Logroño.

«Llevo las joyas de mi madre y un bolígrafo de una amiga para que me den suerte»

emma reconoce que el primer examen de Lengua y Literatura le ha ido bien, «y eso que pensaba que teníamos inglés la primera», confiesa, ahora riéndose ya que ese pequeño despiste no ha jugado en su contra.

Ayer por la noche, reconoce, se fue pronto a dormir, y es que lo de quedarse horas y horas por la noche, asegura, no es lo suyo, «no soy de las que apura hasta tarde porque no rindo nada, prefiero madrugar».

Sí que es, sin embargo, de las que tiene pequeños rituales, en este caso, para intentar alcanzar la nota que le permita estudiar Derecho y ADE Internacional en Pamplona, titulación para la que necesita conseguir un 12,8, «me he puesto todas las joyas de mi madre para que me den suerte, y también un bolígrafo de una amiga mía que se presenta a la segunda EBAU».