Un guion de película con final feliz

Gonzalo Ortega
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La UD Logroñés sobrevive al Guijuelo gracias al gol de Ugarte al filo del descanso pese a jugar con un hombre menos desde el segundo 40 cuando Titi fue expulsado con tarjeta roja directa

Ugarte celebra el gol que le dio el pase de ronda a la UD Logroñés. - Foto: Óscar Solorzano.

UD Logroñés 0-0 Guijuelo. Minuto 45 en Las Gaunas y Urtzi Urcelay mira a Diego Martínez. El entrenador blanquirrojo, desde el banquillo, se pone la mano derecha en la parte de arriba de su cabeza. La jugada ensayada estaba preparada. Urcelay copia a su técnico y envía la orden al resto de los jugadores. Y en un caramelo con destino al corazón del área, aparece Andoni Ugarte entre un barullo de jugadores para meter el balón, con el alma y el corazón, al fondo de la portería. La intrahistoria de un gol que ya ha pasado a la historia blanquirroja y que sirvió a la UD Logroñés para superar la primera ronda de los playoff de ascenso a Primera Federación pese a jugar 89 minutos con un hombre menos sobre el terreno de juego.

Dicen que en 90 minutos todo puede pasar, porque el fútbol es impredicible. Así fue. Con un once prácticamente calcado al que salió de inicio en el estadio Luis Ramos, salvo el cambio de Goti por Aitor Seguín, se ha plantado la UDL en el terreno de juego. Y ese once ha durado 40 segundos. El tiempo que ha transcurrido hasta la acción en la que Titi ha forcejeado con Pana y ha terminado con el derribo del central blanquirrojo y el colegiado catalán Carrero Romera ha mostrado la tarjeta roja directa al central calagurritano.

La expulsión, como se supone obvio, ha condicionado el devenir de los acontecimientos por completo. Sarriegi ha ocupado por instantes la parcela que había dejado huérfana Titi hasta que se ha descubierto que Álex Arias iba a ser el sacrificado por Monreal, ingresando en el minuto cinco en el terreno de juego. Por el principio de acción/reacción, la UD Logroñés ha tenido que cambiar drásticamente su plan de partido, renunciando, en consecuencia, a esas segundas jugadas que tanto rédito le han dado a lo largo de esta campaña.

El Guijuelo todavía se sentía atenazado en Las Gaunas, como si automáticamente toda la presión del favorito que estaba en el tejado blanquirrojo se hubiera volcado en el suyo propio. Lo aprovecharon los locales para dar un paso hacia adelante e intentar encontrar un gol que valía su peso en oro puro.

No obstante, pronto el Guijuelo ha sido capaz de encontrar los espacios. Cambio radical en la táctica de balones largos y ataque por bandas a intentar llegar con combinaciones interiores. Así ha llegado la más clara para los visitantes en la primera parte. Un rápida transición por banda izquierda ha ido pasando por los pies de varios jugadores charros hasta que han encontrado a Alberto Bernardo, en la otra esquina del área, libre de marca. Con todo a favor para un disparo cruzado, la ha enviado directamente a la grada del poblado Fondo Sur de Las Gaunas.

No ha tardado en responder la UD Logroñés. Uno de los dichos más comunes del fútbol es ese que dice que a balón parado se igualan las cosas. En inferioridad numérica, así se lo ha hecho saber su afición, que celebraba cada saque de esquina y falta lateral con efervescencia. En una de estas últimas, Miki Codina ha remtado entre dos cabezas verdiblancas y obligó a intervenir a Rabanillo para despejar al córner donde animaba el centenar de aficionados de Guijuelo desplazados. 

La mejor noticia para los blanquirrojos era no haber achacado en exceso ser uno menos durante los primeros 45 minutos. Cuando todo parecía indicar que el empate sin goles se imponía en Las Gaunas al descanso, ha aparecido Ugarte para poner por delante a la UD Logroñés y hacer estallar el municipal logroñés.

El segundo acto ha cambiado por completo. No solo en climatología, dado que ha pasado de brillar el sol a la intensa lluvia que se ha dejado ver esta semana en la capital riojana. El Guijuelo pronto se ha hecho dueño y señor del esférico y ha comenzado a encadenar llegadas a la portería blanquirroja. Dos, una de Pana y otra de Asiel se marcharon lejos de los tres palos. Y la más clara, de Juan Antonio, con la que Kike Royo ha hecho una extraordinaria parada por bajo para alejar el peligro.

Esto ha sido un adelanto de lo que iba a ser la segunda parte, un Guijuelo que ha controlado el balón ante una UD Logroñés que se ha defendido con los constantes envites visitantes, esperando paciente un contraataque con el que poder duplicar su diferencia.

Como era lógico, el paso de los minutos ha provocado que la UD Logroñes defendiese cada vez más hundida ante un Guijuelo que no ha csado en su empeño de buscar el tanto que le permitiera acceder a la prórroga. Y este ha podido llegar como lo encontraron los locales, a balón parado, en una falta al borde la frontal que Bernardo ha reventado contra la cruceta. Cada segundo que pasaba era un respiro de alivio.

De la agonía de los 90 minutos, solo quedaban diez cuando Diego Martínez ha vuelto a encender al estadio, pidiéndole que realizaran un último esfuerzo. Y Las Gaunas se ha volcado, en otro momento grabado en la retina para cualquier aficionado presente. La afición, pese al diluvio que caía sobre el césped de Las Gaunas, ha dado esas piernas -y Kike Royo unas intervenciones tan plásticas como extraordinarias- que tanta falta hacían falta en un césped cada vez más pesado y sobre el que finalmente, se ha conseguido, en 90 minutos y con un hombre menos, la clasificación a la última ronda de los playoff de ascenso a la categoría de bronce de fútbol español. La comunión entre la grada y el equipo volverá a ser recordada.