«Todo el mundo en Entrena tenía miedo de Óscar. A mí me mandó a dos matones para cobrarme 5.000 euros». Es parte de la declaración del testigo propuesto por la defensa y que según su propio testimonio, es el propietario de la colección de monedas que según la Guardia Civil, Javier Ovejas y su compañera sentimental robaron al acusado. Tras acceder a la sala 13 de la Audiencia Provincial cual elefante en cacharrería, el testigo se llevó la reprimenda del magistrado quien en un momento de su declaración tuvo que interrumpirle y esbozar un contundente «cállese» con el objetivo de que su declaración se centrara en las preguntas de las partes.

Reprensiones al margen, el testigo aseguró ante el Tribunal del jurado que Ovejas «desvalijó» la casa de su presunto asesino con un botín de «unos 90.000 euros», incluidas «las monedas antiguas de Fernando VI o VI» que él mismo había prestado a Óscar para que las presentara como «aval bancario» para el pago de las cantidades pendientes que reclama la Protectora de Animales, que se hizo cargo de la manutención de los canes tras el caso conocido como 'Guantánamo de perros' y por el que resultó condenado el propio Óscar P.R. Manteniendo la versión relatada por el letrado de la defensa  en la primera sesión del juicio, el testigo contó que «se enteró por las noticias de que la Guardia Civil las había encontrado, tras darlas por perdidas, junto a unas armas, en un registro practicado en casa de la novia del joven de Entrena. En ese momento, las reclamó. 

Sin embargo, diferentes agentes del Instituto Armado han asegurado, en el transcurso del procedimiento legal por un delito de asesinato, que no existe constancia de tal registro, ni de la recuperación de las monedas, ni de que se hallaran armas en el domicilio de la pareja de Ovejas. El último de ellos ratificó a sus compañeros ayer mismo a preguntas del ministerio público.

«Burdas coartadas». El mismo agente, otro de los responsables de la coordinación del operativo de investigación puesto en marcha tras la denuncia interpuesta por la pareja de Ovejas, declaró que los pasos dados por el acusado, actualmente en prisión, durante los días posteriores al 29 de julio de 2021 fueron en falso. «Fueron burdas coartadas para despistar a los investigadores» y bajo el objetivo de que, inicialmente la desaparición, y finalmente la acusación de asesinato de Javier Ovejas, no recayeran directamente sobre su persona. De hecho, el agente asegura que Óscar P.R. «tendió una trampa» a Javier Ovejas a pesar de que mostrar una continua preocupación por la presión que, según el propio acusado, soportó tras la desaparición del joven de Entrena. La Guardia Civil, por contra, cree firmemente que todo es parte de una coartada. Es más, al igual que el teniente que declaró el martes, este investigador aseguró, sin opción a dudas, que «Óscar P.R. es el autor de la muerte de Javier Ovejas».

Todo ello en un procedimiento legal con jurado popular por asesinato con alevosía en el que no se ha encontrado el cadáver ni el bolígrafo pistola del calibre 22 con la que supuestamente el acusado sesgó la vida de Javier Ovejas en el patio del número 32 de la localidad riojana de Entrena.