Los 18 bomberos de los parques del Consorcio para el Servicio de Extinción de Incendios, Salvamento y Protección Civil de La Rioja (CEIS), y del Ayuntamiento de Logroño, desplazados el sábado a la zona cero de la DANA, en un convoy en el que también viajó un técnico de SOS Rioja, esperan concluir hoy su trabajo en uno de los puntos más críticos de la tragedia, el centro comercial Bonaire, ubicado en Aldaia, donde llevan trabajando desde el domingo. Allí, el convoy riojano, compuesto por bomberos voluntarios, está realizando la misión inicialmente encomendada, el achique de sótanos y garajes, tarea que realizan en uno de los enclaves más complicados para el rescate y donde se temía la aparición de un elevado volumen de víctimas.
Afortunadamente, Alfonso Fernández, sargento del CEIS y responsable del operativo riojano desplazado a Valencia, confirmaba ayer a este periódico que no se habían encontrado fallecidos, el gran temor de los operativos de rescate habida cuenta de que se trata del centro comercial de mayores dimensiones de la Comunidad Valenciana, con capacidad para 2.500 vehículos en su párking subterráneo, dividido en dos plantas. «Estamos trabajando en dos puntos a la vez, tanto rastreando el aparcamiento del centro comercial, como otro que hay anexo, el Factory Bonaire», informaba el sargento, que contaba que su labor se centraba en achicar agua y rastrear los sótanos de ambas ubicaciones, a la vez que revisaban los vehículos que se encontraban en su interior, «unos 50 o 60» para comprobar si había víctimas en su interior.
El bombero del CEIS coincide con los relatos de otros testigos de la tragedia y, a pesar de hoy habrá pasado una semana desde que se declaró la tragedia, confirma que han encontrado un escenario catastrófico, «parece un lugar de guerra, lleno de barro, lodo, con coches abandonados, apilados... un escenario dantesco y de mucha destrucción».
En la tarea de desaguar el párking del centro comercial, donde había alcanzado una altura de dos metros y medio, trabajaban en colaboración con bomberos de Salamanca, y Huelva, además de personal de la UME (Unidad Militar de Emergencia), con quienes señala que la coordinación está siendo perfecta.
Pedro Rodríguez, sargento de Bomberos del Ayuntamiento de Logroño, relata que el equipo estaba preparado desde el miércoles, «desde el minuto uno, de manera voluntaria y altruista», aunque no fue hasta el sábado cuando recibieron el permiso de la Generalitat, y les instalan en los hangares del parque de Bomberos de Paterna, que es donde se alojan, en principio hasta el mañana o el jueves.
Agradecimiento. El jefe del operativo riojano en Valencia apunta que el contacto con la ciudadanía es muy limitado, con los espacios muy acotados y amplia presenecia policial, aunque sí relata el agradecimiento que muestra la población al paso del convoy riojano. «Nos dan continuamente las gracias, tanto ciudadanos, como policías», relata Alfonso Fernández, que señala que el grupo está «cansado y mojado» pero satisfecho con un trabajo que llevan a cabo desde las 9 de la mañana a las 10 de la noche.
De la implicación del conjunto de la sociedad da muestra que el convoy, que paró a repostar en el área de servicio 215 de la A-23, la autovía Múdejar, en Teruel, fue invitada a cenar por sus propietarios que, además, les suministraron un palé de agua para los damnificados.