Los riojanos disfrutan de una renta per cápita de 29.579 euros, la séptima entre todas las comunidades autónomas del país, superando en un 5% el promedio español, que alcanza 28.162 euros, si bien la distancia respecto a la media se ha ido reduciendo debido al menor crecimiento económico.
Por lo que respecta a la tasa deparo, del 10,2%, según ha reflejado la Encuesta de Población Activa (EPA) del tercer trimestre, es un punto menos que el conjunto del país, pero con una tasa más elevada que otros diez territorios, incluidas todas las regiones vecinas. Cierto es que las características particulares del citado periodo, con altos niveles de colocación en las comunidades turísticas -Baleares, con un 6,2% presenta la tasa más reducida- y la subida en esta tierra por el fin de las campañas agrícolas han podido distorsionar el resultado, pero el empleo en La Rioja demuestra escaso dinamismo.
Así al menos lo constata el servicio de estudios de la Caixa, CaixaBank Research, que en la radiografía anual que realiza de la economía de la comunidad autónoma, dibuja un panorama económico que deben suponer un toque de atención. En sus conclusiones señala que solo las exportaciones presentan un comportamiento positivo, en contraste con el prolongado retroceso de la industria y los modestos registros del gasto de las familias, en un contexto de escaso dinamismo del empleo. Estas reflexiones le hacen prever que el PIB riojano crecerá un 2,7% en 2024, un ritmo similar a la media española, que espera en el 2,8%.
Justifica su análisis respecto al mercado laboral en el hecho de que el crecimiento de la afiliación fuera el año pasado del 1,4%, frente al 2,7% de la media nacional y, aunque reconoce que a lo largo de este año la creación de empleo se está acelerando, sigue avanzando por debajo de la media, un 1,7% interanual, frente al 2,3%.
Indica que en el último año destaca la creación de empleo en actividades administrativas, educación y sanidad, en contraste con la fuerte pérdida en la industria manufacturera, uno de los grandes puntales de la estructura productiva riojana.
De hecho, supone el 21,2% del PIB frente al 12,5 nacional, siendo el segundo en potencia tras el navarro, Sin embargo, indica el informe de CaixaBank Research el Índice de Precios de la Industria (IPI) anota unos datos «muy adversos» en los últimos años.
Señala que, tras anotar uno de los mayores retrocesos del país en 2023 (-6,4% frente al -1,4% en España), en 2024 prolonga su deterioro, con una caída en los ocho primeros meses del 0,7% interanual, frente al avance del 0,4% nacional. «De este modo, se mantiene muy alejado de los niveles de 2019, acumulando un retroceso superior al 12, frente a un descenso del 1,2 nacional.
De igual manera, el informe apunta que las actividades de servicios también están teniendo una evolución algo más modesta que en el resto del país. Pone el foco en las ventas del comercio minorista, que en volumen anotaron un crecimiento del 1,7% en 2023 frente al 2,9% del promedio nacional. Aunque este año, presenta síntomas más alentadores, el crecimiento interanual entre enero y agosto ha sido del 1,5%, solo una décima menos que la media, todavía no ha recuperado los niveles prepandémicos, y muestra una minoración del 0,3%, frente a un incremento del 3,7% de España.
La nota positiva la ponen las exportaciones, que fueron las que mejor comportamiento tuvieron en 2023, con un crecimiento del 9,5% frente a un retroceso del 1,4% nacional. Pese al frenazo observado en 2024, con un crecimiento interanual del 3,6% entre enero y julio, siguen mejorando el promedio del país, donde las ventas al exterior descienden casi un punto.
¿Y en 2025? CaixaBank Research ofrece también sus estimaciones sobre el crecimiento de la riqueza regional para el año que viene, unos vaticinios que mantienen a La Rioja una décima por debajo de la media.
Sus previsiones apuntan a un crecimiento del PIB del 2,2% (2,3% en el promedio del país) y entiende que el gasto de las familias debería ganar tracción, dada la corrección de la inflación y el descenso de los tipos de interés. Asimismo, el grado de ejecución de los fondos europeos está remontando, lo que dinamizará la inversión y el tejido empresarial. En el potente sector primario, las estimaciones para la campaña 2024-2025 son positivas, gracias a una climatología favorable y una cierta moderación de los costes de producción. Por el lado menos positivo, la debilidad de la eurozona, lastrada por Alemania, no facilitará la recuperación de la industria.