Los riojanos respiran un aire de buena calidad

Feli Agustín
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«Las cosas van bien», señala el director del área, que destaca que la medición de uno de los contaminantes, ozono troposférico, es la mejor desde que hay registros

El tráfico es el principal emisor de elementos contamianantes. - Foto: Ingrid

Junto con el cambio climático, la contaminación del aire constituye una de las mayores amenazas ambientales para la salud humana. En concreto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó en 2022 que 7 millones de fallecimientos anuales en el mundo pueden ser atribuibles a la contaminación atmosférica, 3000.000 en la Unión Europea, además de provocar la pérdida de otros tantos millones de años de vida saludable. La Rioja no está exenta de sufrir este tipo de daños aunque, de momento, cumple los objetivos de calidad del aire y los valores límite contemplados en las directivas vigentes en la Unión Europea.

«Las cosas van bastante bien», resume  José María Infante, director General de Calidad Ambiental, Cambio Climático y Agua, tras el análisis de los resultados del Informe de la calidad del aire en La Rioja correspondiente a 2023, que señala que el cumplimiento fue general, ya que no se produjeron superaciones de ningún valor objetivo establecido para la protección de la salud o la vegetación en ninguno de los siete contaminantes atmosféricos analizados, con la excepción de algunas superaciones puntuales de los objetivos a largo plazo de ozono.

Infante explica que en La Rioja se vigilan con especial atención dos elementos contaminantes, que bordean en ocasiones los márgenes de cumplimiento, partículas PM10 y ozono troposférico. «Son los dos parámetros que auditamos con mayor detalle porque pueden abocarnos a una situación más comprometida», indica, aunque reitera que se cumple con los objetivos exigidos.

El seguimiento de la calidad del aire se realiza en La Rioja mediante la medición en continuo de los principales contaminantes atmosféricos desde cinco estaciones  (Logroño, Arrúbal, Pradejón, Alfaro y Galilea) que conforman la Red de Vigilancia de la Calidad del Aire de La Rioja, de las que solo la instalada en el barrio de La Cigüeña es de titularidad pública; las de Arrúbal, Pradejón y Galilea miden la central de ciclo combinado de Arrúbal, mientras que la de Alfaro controla la de Castejón.

El director de Calidad Ambiental informa de que hay otros contaminantes, como los óxidos de nitrógeno, en los que se incide en la vigilancia en áreas urbanas, de lo que se encarga la estación de La Cigüeña, que realiza mediciones de fuentes directas de instalaciones de combustión, como son el tráfico o las calefacciones.

En el ámbito rural, explica, hay dos aspectos que requieren un control más estricto, las partículas y el ozono troposférico, que producen mayor afección que en los núcleos urbanos.

Ozono, el mejor dato.  En el caso del ozono, señala que  los resultados son «razonablemente» buenos en 2023, con solo una superación de los valores objetivo, «muy por debajo» del número máximo permitido, que son 25; de hecho,  estima que ha arrojado el mejor nivel, tanto en áreas urbanas como rurales, desde que hay registros.

«Nos vamos alejando de las tasas tan elevadas de hace 20 años», afirma el responsable de medio ambiente, que explica que el ozono que se forma con la radiación solar y los compuestos orgánicos volátiles, consecuencia del uso de disolventes o gasolinas, emisiones que se han reducido en los últimos años entre otras razones por el mayor uso de pinturas al agua. En cuanto a los óxidos de nitrógeno [responsables también del ozono troposférico], generado, principalmente, por el tráfico, apunta que también presenta mejoría, lo que no evita que lleguen «plumas de ozono» de puntos vecinos, como Castejón-Tudela, País Vasco o Miranda de Ebro.

El otro elemento que exige un mayor control en La Rioja, las partículas, suelen provenir en el ámbito rural de las actividades agrarias o por intrusiones saharianas, cuyo nivel solo se ha superado en cuatro ocasiones. «Empeora la calidad del aire, pero no es una fuente  de contaminación», señala.

En la ciudad. El transporte y la calefacción son los principales generadores de contaminación en el ámbito urbano, al transmitir óxidos de nitrógeno y partículas, muy diferentes a las que se encuentran en el campo, procedentes del asfalto o de la combustión de gasóleo de calefacciones. «Logroño está muy bien», asegura Infante, que recuerda que esta año se ha cambiado el analizador de La Cigüeña para que ofrezca datos diariamente de manera automática.

El responsable de la política regional medioambiental avanza que van a continuar trabajando en el cumplimiento de los valores límite, alineado con otras medidas encaminadas a la reducción de emisiones de efecto invernadero, como el fomento del vehículo eléctrico o medidas destinadas a lograr mayor eficiencia energética.

Los resultados de esta documento serán notificados a la Comisión Europea en septiembre de 2024 a través del informe de evaluación nacional elaborado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

 Según el Índice Nacional de Calidad de Aire, la situación de La Rioja respecto al dióxido de nitrógeno  NO2 en 2023 ha sido buena (93,6%), razonablemente buena (6,3%) y regular (0,1%) en la aglomeración urbana, mientras que en la zona rural la situación ha sido totalmente buena (100%). En ninguna de las zonas se produjeron, por tanto, situaciones desfavorables o muy desfavorables.