El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, hizo balance del año tras un Consejo de Ministros extraordinario del que hay que destacar la aprobación del Real Decreto-Ley de revalorización de las pensiones para 2025, con un aumento del 2,8% para las contributivas, un seis por ciento para las mínimas y un nueve por ciento para Ingreso Mínimo Vital, la ampliación de seis meses más de las bonificaciones al transporte público y el fin del IVA rebajado de los alimentos.
Medidas económicas que afectan a millones de ciudadanos y un campo, el económico, que ha sido epicentro del análisis del año por parte del presidente del Ejecutivo, ya que destacó el «sobresaliente» comportamiento de la economía española en 2024, «superando sistemáticamente las expectativas», con un incremento del Producto Interior Bruto (PIB) del 0,8% en el tercer trimestre, hasta alcanzar un 3,3%. La economía sirvió a Sánchez para sacar pecho, incluso con una referencia al semanario The Economist, que sitúa a España como la economía con mejor desempeño en el año 2024.
Pese a estas buenas cifras, Pedro Sánchez tiene muchas cuentas pendientes y no todas son económicas. Algunas, como la vivienda y la tasa de paro, las reconoció como cuestiones a mejorar, pero hay otras que también son preocupantes, porque recientemente la Comisión Europea certificó que el riesgo de exclusión social, el de pobreza infantil y el abandono escolar temprano están en situación crítica en nuestro país, con el añadido de que los españoles, tras la vecina Portugal, son los que sufren una mayor pobreza energética, ya que un 20,8% no pueden mantener adecuadamente calientes los hogares. Esa es la realidad de la pequeña economía, la de las familias.
También tiene pendientes cuentas al margen que son las que le afectan directamente a su Gobierno, porque sus variados socios, cansados ya de promesas cumplidas a medias, comienzan a ponerse exigentes, como se ha comprobado últimamente en el Congreso, con varios reveses en importantes votaciones, sin olvidar que, ahora mismo, Pedro Sánchez no tiene garantizado sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado de 2025, ya que necesita los votos de Junts y de ERC, que ahora mismo no están por la labor y son dos de los socios más molestos por los incumplimientos. Quizás, por ese motivo, Pedro Sánchez confirmó ayer que se reunirá con Carles Puigdemont, líder de Junts, y Oriol Junqueras, de ERC, y, aunque no concretó la fecha, no será muy tarde, porque le aprieta el zapato, sobre todo con los Presupuestos. Habrá que ver qué conejo se saca de la chistera, pero con tantos socios de Gobierno y una manta tan corta, si se tapa los pies se le queda la cabeza al descubierto.