Desde hace prácticamente siete años (febrero de 2017) Rafael Albero está al frente de la Sombrerería Dulin, uno de los negocios más históricos de La Rioja. Este apellido, además de resonancias taurinas, da nombre a una de las firmas más antiguas del territorio nacional:
Sombreros Albero que, desde 1820, viste las cabezas de media España.
En la actualidad la firma valenciana tiene doce puntos de venta distribuidos por todo el territorio y el histórico de Portales 55 es uno de ellos con cuatro generaciones al frente de este icónico establecimiento logroñés.
La llegada de la familia Albero no ha cambiado el espíritu de Sombreros Dulin. Se ha mantenido el nombre del emblemático comercio («Dulin era ya cliente nuestro y teníamos que conservar la esencia de este nombre», informa Rafael), con indudables ecos franceses, y se
ha consolidado la cartera de clientes («porque nuestros clientes son nuestros amigos», reseña Rafael Albero) y se ha apostado «por aumentar el catálogo de sombreros de señora». A su vez, se han «rejuvenecido » las referencias. «No hay que ser mayor para calarse un sombrero», afirma.
También se han mantenido los rubros que configuraban la identidad de Sombreros Dulin: «Ofrecemos billeteras y camisas (La Vespita) así como resto de accesorios: paraguas, bastones y los tradicionales guantes de piel de Dulin».
Porque a pesar de ser un negocio centenario, la sombrerería y el hábito de vestir un sombrero no pasa de moda. «Hay modelos, como puedan ser el borsalino, que siguen estando de moda pero también hemos optado por adaptar modelos
más vanguardistas», informa.
Con el paso del tiempo, la sombrerería ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos: «La industria de los sombreros y las gorras ha evolucionado en cuestiones como el tejido, los modelos, etc. Nosotros hacemos, por ejemplo, sombreros panamá con certificación de protección solar.
Igualmente, se apuesta por tejidos plegables, flexibles,...».
Por la centenaria Dulin no pasan los años.