El Ayuntamiento de Logroño puso contenedores soterrados en Avenida Portugal y ahora los va a poner en la calle Bretón de los Herreros.
Todos los contenedores de residuos ubicados junto al antiguo Palacio de Justicia de Logroño quedarán soterrados antes de las próximas fiestas de San Mateo, que se celebran a finales de septiembre, por un importe de 242.000 euros, de los que 90.750 se destinarán a las obras en esta calle.
La portavoz del Gobierno municipal, Celia Sanz, indicó ayer que el motivo del cambio de localización cuenta con el respaldo de los técnicos de Medio Ambiente y responde a las molestias que provocaría esta soterración al tránsito de la zona, con «notables» atascos y retenciones en las recogidas selectivas de residuos por parte de los camiones, tanto de día como de noche.
El concejal de Medio Ambiente, Jesús López Alonso, explica que este cambio permitirá eliminar la totalidad de los contenedores que están ahora ahí. «Y si todo fuera bien y el servicio de recogida puerta a puerta a funcionara correctamente, se evitaría la colocación de contenedores de refuerzo que hay por las noches durante los fines de semana», añade.
La idea del Consistorio es instar a los propietarios de los bares y cafeterías de la zona a que realicen el reciclaje de la basura con el puerta a puerta. «Los que no tienen este servicio y tengan que dejar el cartón, les pediremos que no tiren las cajas llenas y las dejen plegadas y dobladas para que no haya la sensación de suciedad que hay ahora», señala.
Solución. Jesús López asegura que los contenedores soterrados, aparentemente, son una solución «muy buena» pero «tiene varios condicionados que no son tan positivos».
Algunos de estos son que generan averías a medio plazo, «lo que provoca que los contenedores no se usen adecuadamente en ciertas épocas de la vida útil de esa isla de contenedores». Las reparaciones, reconoce, no suelen ser inmediatas y puede estar el contenedor inutilizado una semana o diez días.
Otro inconveniente es la inversión que suponen estos contenedores soterrados, en concreto, cuestan unos 250.000 euros. «Quedan muy bien pero si en cada actuación, como en Avenida Portugal o Bretón de los Herreros, tuviéramos que gastarnos 250.000 euros, no tendríamos presupuesto anual para poder realizar eso en la ciudad», asegura.
Otro problema es que necesita mucho espacio para poder hacerlo. «En avenida Portugal hemos condenado la zona de aparcamientos y la acera se ha reducido a la mitad de lo que es una acera convencional», apunta.