Partícipe en prácticmante todos los encuentros en los que ha estado disponible y como uno de los líderes de la zaga defensiva de la UD Logroñés, Andoni Ugarte (Oñati, 1995) ya se prepara los playoff de ascenso a Primera RFEF, «donde nos jugamos toda la temporada».

¿Qué balance hace de la temporada regular?
Salvo sorpresa quedaremos terceros. En liga nos ha marcado en el inicio, al encadenar varios empates y perder algunos puntos que a la larga nos ha pasado factura. Clasificamos a la Copa del Rey que era uno de nuestros objetivos y aunque la liga nos ha dejado un sabor agridulce porque teníamos la esperanza de quedar primeros, el equipo está ilusionado y preparado para afrontar los playoff.

¿Cómo fue ese carrusel?
Fue para lo bueno y para lo malo. Nos ayudó para tener a todo el equipo enchufado, pero nos condicionó al tener dos partidos por semana, porque no podíamos tener mucha carga física. Al jugador le gusta competir y vino bien sumar partidos. Creo que los partidos de Copa no repercutió en la liga. Es fácil pensar que pudo ser así y echarle la culpa, pero yo no creo que fuese así.

Ha jugado prácticamente todos los partidos que ha estado disponibles, contando con la confianza del míster.
Sí, es verdad. Siempre es positivo contar con la confianza del entrenador, aunque es verdad que mi lesión en el dedo del pie me hizo estar entre seis y ocho semanas fuera del equipo. Tuve un parón para poder recuperar lo mejor posible pero ahora, para lo importante, me encuentro bien físicamente y preparado para la máxima exigencia dentro de dos fines de semana.

Precisamente sobre esa fractura por estrés en su pie derecho. ¿Cómo fue?
Fueron sentimientos encontrados. Un poco de pena y rabia al no poder estar con el equipo, seguirlo desde fuera y sentir también envidia. Aunque también tuve tiempo para pensar en qué podía reforzar.Las lesiones son parte del fútbol, sirven para aprender e intentar ver la parte positiva de todo ello.

¿Y qué pudo reforzar?
Bueno, pequeñas molestias musculares en otras zonas, fortalecer otras zonas musculares más débiles en el gimnasio con los preparadores físicos. Son trabajos que igual durante la temporada, con el entrenamiento diario, no tenemos tanto tiempo para dedicarle. Trabajé tren superior, que durante el año se trabaja menos y también en el aspecto mental, saber valorar cada momento en el que estás bien, porque luego no sabes cuando vas a tener otra lesión ni cuanto te va a lastrar.

¿Cómo fue la adaptación a Logroño al principio?
Bastante sencilla. Nos juntamos un grupo que nos conocíamos de años anteriores, de jugar juntos o en diferentes equipos. Nos fue sencilla a todos la adaptación, porque el estilo de vida es muy parecido a lo que estamos acostumbrados en el País Vasco. El vestuario es muy bueno y el día a día es muy cómodo.

El vestuario... ¿cómo está?
Si tengo que decir algo es que de verdad está muy unido. El grupo humano que hemos formado es muy bueno y se ve reflejado en el día a día, en los entrenos pero también fuera del fútbol. Hacemos juntos diferentes planes: comidas, cenas, viajes esporádicos... Intentamos que todo esto se plasme partido tras partido.

De cara a los playoff, ¿es mejor ser buenos futbolísticamente o un grupo unido?
Ser un grupo unido ayuda a todo. Tener a todo el equipo enchufado, concentrados y preparados para lo que vamos a tener enfrente es clave para el playoff. Sobre todo, lo veo más importante en el día a día, que la gente, independientemente de si en los partidos participas menos o más, entrenes bien. Eso ayuda a la mejora de todos, que un entrenamiento sume y mejore al conjunto del grupo. Y como consecuencia, competir mejor el fin de semana.

Hasta terminar la liga, ¿las órdenes son de correr menos riesgos físicamente?
Todo jugador tiene que ser inteligente y saber qué tienes por delante en estos dos partidos. La situación de cada uno es diferente, pero vamos a aprovecharlos para coger más confianza si cabe, o si se quieren probar diferentes jugadas o sistemas de juego, pero sin perder la cabeza y siendo listo de saber dónde nos vamos a jugar gran parte de la temporada.

En el campo se le ve como un líder, ¿es su rol dentro del vestuario o solo lo parece?
Yo en el día a día me considero un chico alegre que transmite buen ambiente en el vestuario y en el campo. Luego en los partidos sé afrontarlos como lo que son, el momento de demostrar. Me gusta estar concentrado, mando en el campo para ayudar a mis compañeros, y todo eso me obliga a estar más metido en el partido. Les transmito mensajes porque los defensas y el portero somos los que más vemos qué ocurre desde la parte de atrás del campo.