A Jesús Gayoso la muerte pudo haberle sorprendido en las montañas de Afganistán, en Bosnia, en un desierto del Sahel o en los 'años de plomo' del terrorismo etarra. Nadie podía imaginar que un desconocido virus SARSCoV- 2 acabaría el 27 de marzo de 2020 con la prometedora carrera del teniente coronel (hoy coronel, a título póstumo) jefe del Grupo de Acción Rápida (GAR), la élite de la Guardia Civil en materia antiterrorista, curtido en un sinfín de frentes y reconocido en el mundo de las fuerzas de seguridad como un líder carismático. Cinco años después de que el covid le tendiese una trampa mortal, su viuda, Lourdes Estívariz, libra otra batalla: defender a toda costa su legado y lograr el reconocimiento que merece y del que, asegura con indisimulado enojo, le han privado determinadas instancias oficiales. En ello está esta logroñesa, profesora de Lenguaje Musical en el Conservatorio de Calahorra, con el apoyo de sus hijos Jesús y Luis, de 20 años, y el de amigos y compañeros de Gayoso. El día 27 se cumplirán 5 años del fallecimiento de su marido por coronavirus.
¿Qué sentimientos le asaltan cuando se acerca esa fecha?
Todos los 27 de cada mes están grabados en mi corazón, pero mucho más el de marzo, que me arrancó de cuajo parte de mí. He aprendido que la vida está hecha de días que no significan nada y de momentos especiales que significan todo. Tuve la suerte de disfrutar 25 años maravillosos con él, en los que me dio lo mejor, unos hijos y una estabilidad increíble. Jesús Gayoso era el paradigma de persona aguerrida, sana, en buena forma y joven.
Su fallecimiento por el covid fue un aldabonazo del peligro del virus. ¿Él llegó a ser consciente de la gravedad de su estado?
Para nada; él no fue consciente en ningún momento de su gravedad.
¿Cómo empezó todo?
El 8 de marzo empezó a encontrarse mal, hizo el dispositivo desde la oficina a la seis de la mañana. Yo había estado el día anterior en un concierto en Baracaldo y me avisó para decirme que tenía que preparar un dispositivo para cerrar Haro (por un brote muy fuerte de covid), lo que me dejó descolocada. Ese día, después de hacer el dispositivo se despidió de sus hombres y les dijo que les recibiría por la tarde, se fue a jugar al pádel y se vino a casa. Yo tenía una comida y cuando hablé con él me dijo que estaba cansado, pero que sería del pádel. Uno de mis hijos me dio la voz de alarma al decirme que su padre se encontraba regular y con fiebre. Vine a casa pronto y le vi con fiebre, pero sin más.
¿Fue en el hospital cuando se percató de que aquello era grave?
El día 9 hablé con su coronel, porque Jesús estaba muy cabezón con quequería ir a la oficina, para decirle que no podía ir a trabajar; y él le dijo que no fuera y que se cuidase. Pero ni tosía ni nada, solo le dolía la cabeza y tenía fiebre, poca para lo que era normal en él. El 12 de marzo le llevé a Los Mazanos y un médico amigo nos dijo que fuera al San Pedro. Me despedí de él y... (se emociona).
¿Después de ese ingreso ya no pudo hablar con él en persona?
Me dio un abrazo en el San Pedro, nos despedimos, le metieron en un box y hasta el día 14 estuve hablando con él por teléfono. Era hiperactivo, llevaba dos teléfonos y hablaba con todo el mundo. Tengo una foto que me envió desde el box que se hizo él mismo con su mascarilla. Me decía: 'cariño, estate tranquila, que estoy aquí muy bien cuidado'. Aún ingresado, él no pensaba en que aquello entrañase tal gravedad. En ningún momento, de lo cual me alegro. El 15 de marzo estaba en casa muy preocupada viendo las noticias y me llama por teléfono su doctor para decirme que iban a entubar a Jesús, que había dado su consentimiento y quería que yo también lo diese; pero nunca pensamos, nadie, que ocurriría lo que ocurrió, por la fortaleza que tenía. Nunca estaba malo, ni operado de nada.
¿Y a partir del momento en que le entuban se precipitó todo?
Sí, al tercer día del ingreso le entubaron, probaron de todo y ya no...
Como jefe del GAR, su marido era un hombre acostumbrado a asumir peligros. ¿Cómo explicar que encontraría la muerte 'en casa', en su ciudad de adopción, por un virus?
Era un hombre acostumbrado a asumir peligros, siempre en primera línea. Todo lo que emprendía lo hacía con el compromiso de estar a la altura de la confianza de sus mandos y de sus hombres, porque siempre quería dar ejemplo a su gente, desde abajo. Jesús siempre decía que para mandar, había que liderar. Y él siempre daba ejemplo y fue un auténtico embajador de la Guardia Civil por los cinco continentes y nunca tuvo miedo del peligro; primero iba él, a todo. Cuando viajó a Bruselas el 2 de marzo de 2020 por trabajo, yo me rebelé contra el mundo, contra los políticos, por la situación que se estaba viviendo ya. Nunca lo había dicho, pero han pasado cinco años y tengo que decirlo, porque lo tengo grabado. ¿Por qué le dejaron ir a reunirse en Bruselas con personas de todo tipo de países en aquel momento?
¿Cree que con ese viaje se le expuso innecesariamente?
La situación ya era muy grave. Y así fue como se contagió.
¿Tiene claro que se contagió allí?
Clarísimo, de eso estoy muy segura. Jesús anteponía ir siempre en primera línea y después sus hombres, pero primero él.
Es de suponer que después de recorrer escenarios bélicos y de terrorismo y exponerse a tantos peligros, no tuviese, gran temor a un virus.
Daba igual cuál fuese la misión; su inquebrantable vocación de servicio y amor a su profesión hacían que trabajase sin descanso. Hacía siempre un enorme sacrificio para garantizar la seguridad ciudadana. Primero, en la lucha contra el terrorismo de ETA. En aquellos tiempos yo le decía siempre que se pusiera unas gafas, pero no quería. Y hacía él los controles son sus hombres. A mí siempre me mintió, pero era adorable.
¿En qué sentido le mentía?
Nos conocimos cuando estaba recién salido de la Academia, como teniente, cuando vino destinado a Logroño. Me decía que como teniente tenía que demostrar que era como sus hombres; y se mojaba y pasaba noches enteras sin dormir. Me dijo que no me preocupase, que cuando ascendiera a capitán estaría en otrositio. Estuvo destinado en Bilbao y ya de capitán en San Sebastián, hacía todavía más controles y seguía diciendo que tenía que demostrar a sus hombres que él también tenía que embarrarse las botas y mojar su boina. De comandante me dijo: '¡Bueno, ahora estaré detrás de una mesa!' Y me mintió una vez más. Es cierto que de comandante tuvo una pausa para hacer el curso de Estado Mayor, que solo lo hacen los primeros de su promoción.
¿Cómo fue su labor en la lucha antiterrorista?
Siempre decía que con ETA era posible saber cómo pensaban los terroristas, porque no se mataban a ellos mismos, pero luchar contra el terrorismo internacional (yihadista) era más duro. No tenía miedo y recorrió los cinco continentes. Primero iba él a ver lo que pasaba, antes de llevar a sus hombres. En Afganistán lo pasó muy mal. Después de volver él, el que había sido allí su conducto y traductor mató al alférez Abraham y a su capitán Chema Galera.
Jesús no llegó a estar en el despliegue de guardias civiles en Haro, pero sí tenía allí a efectivos del GAR. ¿Era consciente del peligro de aquella operación por el virus?
No lo vio. Él quería dar seguridad ciudadana a la gente de Haro, que es lo que mandaban. Quiso cerrar Haro, pero no llegó a conseguirlo...porque, ¡claro!, el 8 de marzo era importante... ¿no? (con ironía).
Gayoso era un guardia civil concienzudo y dispuesto a asumir riesgos. ¿Cómo era Jesús en lo personal, como marido y padre?
Como compañero de vida era increíble. Lo daba todo por los demás y nunca se enfadaba. Me parece tan injusto que se haya ido...aunque es verdad que vivió como quiso. Me da felicidad saber que formó la familia que quería, pero tenía tantas cosas por hacer; murió con ocho proyectos pendientes. Me decía que era afortunado por tener una 'mujer GAR'. Era una unidad en la que había muchas separaciones, porque las mujeres lo dejaban todo por ellos. Tuvimos la suerte de que yo era de aquí, siempre se movía él y eso le daba tranquilidad por nuestros hijos. Y yo me reflejo en todas las otras 'mujeres GAR', porque son grandes mujeres. Su despacho siempre estaba abierto para todo el mundo y para escuchar a todos sus hombres con sus problemas. Era un padre con mayúsculas, aunque me habría gustado que hubiera podido dedicarles más tiempo a nuestros hijos.
¿Alguno de ellos ha pensado en ser guardia civil?
Luis intentó entrar en la Academia de Oficiales de la Guardia Civil y ahora está cursando tercer curso en la Academia General Militar del Ejército en Zaragoza y quiere hacer el Curso de Mando de Operaciones Especiales en Jaca si finalmente entra en el Arma de Infantería. Jesús, que estudia Derecho, no descarto que se incline por la Carrera Judicial o el posterior ingreso en la Guardia Civil o el Cuerpo Nacional de Policía.
Tras el fallecimiento, hubo homenajes, el Gobierno de La Rioja le distinguió como Riojano de Honor y se editó un libro de Sheila Uzqueda, Taquio Uzqueda y Juanjo Mateos. ¿Esa admiración por su marido le ayuda a sobrellevar s u pérdida?
Sí. Sigo recogiendo reconocimientos porque su legado y recuerdo, cinco años después, aún perdura... Ensalzan la figura de un servidor público sin igual, un líder y un héroe que anteponía la seguridad de los ciudadanos y el servicio a su país por encima de todo. Para mí, sirve para mantener su legado, lo mismo que para sus hombres, que lo exigen y lo piden, aunque algunos lo quieran tapar, pero no podrán. Una persona muy querida me dijo que esa gente, al cabo del tiempo, se irá a la calle y será un número; Jesús nunca será un número, le duela a quien le duela.
¿A quién le duele que se ensalce el legado de Jesús Gayoso?
La figura de Jesús Gayoso todavía tiene una gran recuerdo entre sus hombres, entre muchos de los componentes de la Guardia Civil y no debería ensombrecer ni hacer daño a nadie, pero no consigo entender por qué en esos dos funerales increíbles, entrañables e inolvidables, uno en Coruña, con 700 personas, y otro en Logroño, que se hizo porque sus hombres, mi familia y nuestros amigos lo demandaban, no se vino a ese funeral con uniformidad, cuando si se hace en todos los funerales.
¿Quiere decir que los superiores del cuerpo impidieron que asistieran guardias civiles de uniforme?
Yo hablo de gente de arriba, que no dejaron venir con uniforme. Prohibieron venir con uniforme a los de su promoción y a los hombres del GAR y de otros cuerpos que querían asistir al funeral uniformados. No hablo de mandos, sino de los de arriba. No quiero que Jesús Gayoso quede en el olvido, y lo demanda todo el mundo. ¿No podemos tener un líder, un héroe por todo lo que hizo; por qué hay que taparlo?
¿Y quién tiene interés en tapar la figura de Gayoso y por qué razón?
No lo sé. Tampoco entendería el motivo, después de las muchas cosas que hizo por los demás, por la Guardia Civil y por nuestro país.
¿Le duele no ver suficientemente reconocidos los méritos de su marido?
Tengo una herida, un pequeño dolor, porque a Jesús no se le ha dado todo el reconocimiento que merecía. Ha sido reconocido a nivel nacional por sus hombres y por los ciudadanos e internacionalmente. Me han llamado carabineros italianos, miembros de fuerzas de seguridad franceses, portugueses...porque estaban hechos polvo cuando se enteraron de la muerte de Jesús. Me han llamado para pedirme permiso para poner cuadros con su foto en sus centros. Por eso, hay cosas que no entiendo y que me duelen, porque él dio mucho.
¿Esa falta de reconocimiento se ha dado en ámbitos políticos o de mandos superiores de la Guardia Civil?
Se ha dado en alguna persona, porque al principio decían que no se podía (hacer un homenaje) por el covid, aunque al cabo de un año se hizo algo, con un acto en su memoria en el patio, pequeñito, restringido, y a la vez aprovecharon que salía la primera mujer del curso ADE (adiestramientos especiales), el mismo día. Agradezco los homenajes que hemos hecho en privado y los que han hecho sus compañeros. Para mi familia y para mí, de todos los homenajes y reconocimientos que tuvo, que sigue teniendo y que tendrá, ser Riojano de Honor, como logroñesa y riojana que soy, fue un auténtico orgullo que nunca olvidaré. Lo mismo que el maravilloso libro de Sheila y Taquio Uzqueda, y Juanjo Mateos.
Y entre la gente del GAR, ¿qué ha quedado de Jesús Gayoso?
Su legado perdurará en el tiempo, porque muchos de los que trabajaron día a día y codo con codo con él seguirán en la línea que marcó.
Jesús era asturiano de nacimiento, aunque se crió en Coruña, antes de asentarse en Logroño. ¿Qué huella dejó La Rioja en su carácter?
Le encantaba ejercer de embajador de La Rioja, su tierra de adopción, y presumía de ello. En su cabeza tenía hacer algo grande para dar a conocer el GAR y reforzó la imagen institucional de La Rioja con su criatura, el Polígono de Experiencias de Fuerzas Especiales (PEFE). El GAR ha prestado servicios en multitud de países y Gayoso siempre atraía a Logroño a unidades profesionales, policiales y militares de muchos lugares. Y una de sus muchas ideas fue el PEFE. Sería un auténtico honor que algún día el PEFE llevase el nombre de mi marido, Polígono de Experiencias para Fuerzas Especiales Jesús Gayoso Rey.
¿El PEFE fue idea de su marido?
Totalmente. Le recuerdo hablando con nuestros hijos, cuando tenían cuatro años, y les decía ya que iba a inventar algo que tenía que traer a La Rioja. ¡El tío tenía ideas espectaculares! Donde hoy está el PEFE no había nada y él se desgarraba para hablar con políticos y llamó a todas las puertas de empresarios de La Rioja para conseguir dinero con el que hacer ese polígono. Estuvo en Afganistán, Irak, Israel, Líbano, República Centroafricana, Haití, Níger, Mali, Mauritania, Bosnia...para atraer a policías y formarles en Logroño. Les mostraba las calles Laurel y San Juan, les vendía las bodegas como nadie y les mostraba lo que tenemos en esta maravillosa tierra. Es el mayor embajador que hemos tenido.