El conejo y la trucha exhiben este lunes todo su potencial gastronómico, nutricional y estético con nueve formas distintas de cocinarlos por parte de otros tantos cocineros que participan en la categoría de salado del Campeonato Nacional de Cocina y Repostería, que se celebra en Logroño.
Este certamen, organizado por la Federación de Cocineros y Reposteros de España y en el que participan 17 cocineros de 9 comunidades autónomas, ha arrancado con la categoría de salados y mañana será la de dulces, donde los protagonistas serán el chocolate y la fruta.
Cada participante, con un ayudante, debe presentar, en su respectiva categoría, un plato con cada uno de los dos productos elegidos este año.
El Palacio de Congresos Riojaforum de la capital riojana se ha llenado del olor que desprendían los fogones de los distintos participantes del primer turno de la categoría de salados, procedentes de Aragón, Cataluña, Comunidad de Madrid, Castilla y León, Cantabria, Islas Canarias, Comunidad Valencia, Extremadura y La Rioja.
Por parejas, han mostrado sus dotes para el cocinado y la concentración ante compañeros, jurado y curiosos que se han acercado.
Bonito, sabroso y elegante. Uno de los cocineros que cocina en el segundo turno de la categoría de salados es Jorge Román, quien representa a los Paradores como chef del Parador de Benicarló, en Castellón, quien ha explicado a EFE que van a presentar "un plato bonito, muy sabroso y elegante", para el que emplearán "técnicas tradicionales".
Román ha indicado que utilizarán el conejo y la trucha como "hilo conductor", al igual que el resto de concursantes, pero añadirán "productos de cercanía y de temporada", como cítricos y tubérculos, para elaborar "un conejo asado con texturas de otoño".
"Haremos un conejo relleno de castañas asadas y níscalos con las técnicas tradicionales, como guisos, sofritos y asados para hacer un plato, sobre todo, muy sabroso", ha subrayado.
Ha indicado que es su primera vez en este certamen y, "viendo cómo cocinan los del primer turno, hay un nivel muy alto", por lo que está nervioso, pero confiado.
"Trabajamos con un volumen de clientes muy alto y la tensión la tienes en todos los servicios porque, al final, cada servicio es un concurso, aunque no te pongan nota, te juzgan", ha apuntado.
Tratar la trucha como si fuera un cerdo. Sería difícil saber si los cocineros que ya han pasado por las cocinas instaladas en Riojaforum han estado nerviosos durante el cocinado, dado que han transmitido en todo momento un alto nivel de concentración y serenidad desde el corte de los primeros ingredientes hasta el emplatado impoluto para servir sus creaciones a los jueces.
Es probable que uno de los participantes menos nerviosos sea el chef del restaurante logroñés Moderna Tradición, Juan Carlos Zapatero, quien ya se alzó con el premio hace 15 años y ha vuelto en esta edición para mostrar sus dotes en el cocinado del conejo y la trucha.
Zapatero ha afirmado a EFE que su propuesta trata la trucha "como si fuera un cerdo, la despiezamos para aplicar prácticamente todo lo que podamos" de este pescado en el plato, que irá acompañado de "productos de la tierra, como pimentón y unos chicharrones con su piel".
"Vamos a intentar hacer un buen papel para nuestra región y, sobre todo, que sea una experiencia para mí y para mi ayudante", ha asegurado este cocinero, quien ha precisado que, en el apartado cárnico, harán "un guiso de conejo muy clásico".
Respecto a la elaboración de sus platos, ha destacado que emplearán "técnicas muy tradicionales, con un toque actual en la presentación", porque es "un marco bonito para exhibirse, pero no podemos arriesgarnos a que algo salga mal con mucho fuego de artificio".