Los riojanos destinan 5,2 años de sueldo para pagar su casa

Feli Agustín
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El Banco de España cifra en 6 años el tiempo que le suponía a un logroñés adquirir piso en 2021

Viviendas en construcción en Logroño. - Foto: Óscar Solorzano

En un contexto de dificultad creciente para alquilar y con un euríbor que no da tregua -la media del año actual se sitúa en el 3,667%- la compra de una vivienda se mantiene como una tarea muy ardua, que exige sudor y,  a veces, lágrimas a sus adquirientes, un esfuerzo que en La Rioja es algo menos gravoso.

El esfuerzo asociado a la compra (ratio entre el precio de adquisición de una vivienda media y la renta bruta anual del hogar mediano) se redujo levemente a 7,3 años a finales de 2023 en nuestro país, de acuerdo con el informe de 2023 que hizo público el martes del Banco de España, que señala que se sitúa por debajo del máximo observado en 2008 (9,5 años), pero es el doble del que se constató en el promedio del período 1987-2000.

Por lo que se refiere a esta comunidad, donde las ventas remontaron en febrero un 3,7 % respecto al mismo periodo de 2023, con la compraventa de  666, se exige aportar el sueldo íntegro de más de 5 años. Así lo recoge el estudio Relación de salarios y la compra de vivienda en 2023, realizado por Fotocasa e InfoJobs, que cifra exactamente en 5 años y 2 meses el tiempo necesario para que un riojano sea propietario de una vivienda, lo que coloca a los vecinos de esta comunidad en una posición intermedia dentro del escenario nacional.

El informe, que se ha elaborado sobre los datos de los sueldos medios de las ofertas de empleo de la plataforma InfoJobs y en los precios medios de la vivienda de segunda mano en venta del Índice Inmobiliario Fotocasa, refleja una situación bastante favorable de esta comunidad en un país donde es necesario el sueldo bruto de 6,7 años al pago de la hipoteca de una vivienda comprada en 2023. Además, los riojanos han empeorado ligeramente respecto al año pasado, cuando la compra de una vivienda exigía un mes menos.

El estudio de ambas entidades   concluye que es necesario abonar el sueldo íntegro de 5,2 años, después de cruzar los datos sobre el precio por metro cuadrado de una vivienda en La Rioja, que eleva 1.670 euros, de tal manera que un piso de 80 metros cuadrado alcanzó los 133.602 euros, a los que hay que hacer frente con un salario medio anual de 25.939 euros.

«El esfuerzo salarial que un ciudadano debe realizar para comprar una vivienda está en las cotas más altas de la última década», argumentó María Matos, directora y portavoz de Estudios de Fotocasa, que constata que el precio de la vivienda no ha crecido al mismo ritmo que los salarios desde la recuperación de 2014, pero resalta que el encarecimiento ha aumentado exponencialmente en los últimos dos años.

Según el salario medio de los españoles y el valor del metro cuadrado de las viviendas de segunda mano en 2023, se desprende del informe que los residentes en las provincias de Baleares, Madrid, Gipuzkoa, Málaga y Barcelona son los que tardan más de 9 años (108 meses) en cancelar una hipoteca media de una vivienda de 80 metros cuadrados. Por el contrario, los residentes de casi la mitad de las provincias españolas liquidan su hipoteca en menos de 5 años (60 meses), siendo en Ciudad Real -con 2,8 años, y la vecina Jaén, con tres-, donde con más holgura se hace frente al pago de la vivienda.

Logroño, 6 años. Este esfuerzo, según el Banco de España, es mayor entre jóvenes y extranjeros. Así, en 2021 –último año para el que hay datos disponibles–, la cifra ascendía a 7,8 años para el hogar mediano cuyos miembros eran de origen extranjero y a 7,7 años para un hogar mediano sin hijos o joven menor de 35 años.

Por áreas geográficas, destaca que se requiere más tiempo y dinero en las áreas urbanas y en determinadas comunidades.  Esta afirmación del Banco de España es también constatable en el caso de Logroño donde en 2021 eran necesarios seis años de sueldo íntegro para abonar el coste de la vivienda, un periodo algo menor en los municipios del entorno. Por el contrario, en el resto de localidades, pagar un piso suponía poco más de cuatro años de sueldo.

Déficit, 1.350. En elInforme anual 2023, el Banco de España se detiene en varios aspectos vinculados con la vivienda y su mercado, entre los que destaca que son 600.000 las viviendas necesarias para suplir el déficit de inmuebles en el conjunto del país hasta 2025, pese a que hay casi 4 millones de viviendas vacías o desocupadas. Señala que el menor dinamismo de las viviendas terminadas en relación con la creación neta de hogares da como resultado desde 2022 un déficit de vivienda nueva, un problema que afecta a unos territorios más que a otros y a las principales áreas urbanas, donde se observan los mayores aumentos de los precios de la vivienda en propiedad y en alquiler.

A pesar de que La Rioja no es una de las comunidades más afectadas -el problema afecta en particular a Cataluña, Madrid, Andalucía y la Comunidad valenciana-, también detecta déficit de inmuebles. Según sus cuentas, que ha elaborado con información facilitada por el INE, el Ministerio de Vivienda y datos propios, estima que en esta comunidad se crearon en el bienio 2022-2023 un total de 2.980 hogares y se terminaron 1.630 viviendas, de tal manera que son necesarias 1.350 para dar respuesta a los nuevos requerimientos. En sus proyecciones para este año y el próximo, estima que  se constituirán 2.210 nuevos hogares y se edificarán 1.880 pisos y casas, de tal manera que serían necesarios 330 más.

déficit acumulado. Juan Ramón Liébana, secretario general de la Asociación de Empresarios de la Construcción, Promoción y Afines de La Rioja (CPAR), constata un déficit acumulado a lo largo de «muchos años» en los que la producción de viviendas anduvo el camino contrario a la creación de hogares. Asienta su información en los datos que facilita el propio Ministerio de Agenda Urbana, desde 2014 las cifras son muy bajas -se construyeron solo 52 en 2020, el menor número desde, al menos, el año 2000-, un periodo con varios ejercicios con poca vivienda nueva. «La demanda sigue existiendo», constata Liébana, que razona que el encarecimiento y la escasez de los materiales han ralentizado su construcción. Señala que el conflicto en Gaza «retrasa» la entrega, y resalta el gran interés porque se vende «sobre plano».