El CERMI pide más películas para personas con discapacidad

David Hernando Rioja
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El secretario general del CERMI, Javier Muñoz, reivindica que la accesibilidad sea del 100%

Unas personas antes de que empiece una película - Foto: Ingrid

Los cines españoles proyectaron 705 películas durante el año 2022, según la Estadística de Cinematografía, que pertenece al Ministerio de Cultura y Deporte. El problema es que no todas las personas pueden ir al cine por igual, ya que las que padecen alguna discapacidad sensorial e intelectual suelen tener más problemas.

De hecho, el Centro Español de Subtitulado y Audiodescripción (CESyA) solo registró 69 películas accesibles proyectadas en todo el territorio español.

Logroño cuenta con dos cines, 7 Infantes y los Yelmo, en el centro comercial Berceo. Los primeros dejaron de proyectar este tipo de películas hace tiempo mientras que los segundos han bajado mucho la cantidad de filmes adaptadas. Este año se han puesto entre cinco y diez películas.

El secretario general de Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad en La Rioja (CERMI), Javier Muñoz, reconoce que este problema no depende tanto de las salas de cine sino de las propias productoras. «Si una película se grabase con todas las medidas de accesibilidad necesarias, estos no tendrían que implementar nada», afirma.

«Los cines solo tendrían que proyectarlas según les llegan y no haría falta poner medidas adicionales para que las personas sordas o ciegas o con discapacidad intelectual, que también tienen sus problemas de comprensión, puedan disfrutarlas», añade.

Las productoras deben cumplir con los estándares de accesibilidad, ya que «existe una norma europea, estatal, autonómica y una ordenanza en Logroño». «Nos limitamos a decir que no hay accesibilidad pero no ponemos los medios para que todo lo sea», critica.

Por eso, Muñoz asegura que el CERMI va a seguir reivindicando que la accesibilidad en el cine sea del 100%, no solo física sino también para todos los colectivos.

Señala que este comité no ha recibido quejas formales por este asunto pero si que han escuchado comentarios al respecto. Relata que una persona ciega, como es su caso particular, no puede seguir bien una película con mucha imagen y poco diálogo porque «no te enteras de lo que está pasando».

Además, apunta que las productores no son inteligentes porque la grabación de una película se puede hacer a la vez que con la voz en off para hacer la audiodescripción. «Siempre se ha dicho que cuesta más hacer algo accesible a posteriori que hacerlo de inicio porque se suma más dinero a la producción», indica.

Por otro lado, Muñoz lanza un mensaje para todas aquellas instituciones públicas y privadas que financian películas. Propone que solo lo hagan en el caso de que la proyección sea accesible para estas personas con discapacidad.