Cae un viejo conocido de la Policía al robar la caja del Glam

R. Muro
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La Policía Local lo arrestó en un rellano de un edificio próximo al bar de la calle Piqueras y aún en posesión de la máquina registradora. Minutos antes intentó robar en la cafetería Iris

Cae un viejo conocido de la Policía al robar la caja del Glam - Foto: Ingrid

Un viejo conocido de las fuerzas policiales de la capital riojana volvió a caer detenido durante las primeras horas del pasado domingo tras un golpe delictivo, a priori, no demasiado elaborado. Todas las pistas condujeron a este hombre nacido en 1976, natural de Logroño y residente en la localidad navarra de Tudela. 

No es la primera vez que actúa ni en la capital riojana, ni en la Comunidad ni en otros puntos de la geografía española. 

Sobre las 6.30 horas del pasado domingo, el detenido se coló por debajo de la verja de cierre de la cafetería Iris de Logroño, situada en la esquina de las calles San Millán y avenida de la Paz. Los testigos consultados por El Día de La Rioja aseguran que en el interior se encontraban ya preparando la cafetería para abordar la jornada dominical. El arrestado intentó aproximarse a la caja registradora pero tuvo que desistir sin materializar su objetivo. Tras el primer intento, el detenido se dirigió hacia la calle Piqueras también de la capital riojana. Al llegar al número 19, donde se ubica el café Glam, cogió, siempre en base al testimonio de testigos presenciales, una alcantarilla con la que golpeó uno de los cristales traseros del bar. De esta forma, pudo acceder al interior, arrancar de su ubicación la caja registradora y escapar del lugar de los hechos con ella a cuestas. 

Su huida le llevó a unos veinte metros de distancia, hasta el número 23 de la misma calle Piqueras. Se introdujo en el portal con la caja registradora, y se apostó en un rellano. 

La Policía Local de Logroño disponía ya de la descripción del conocido malhechor por los datos aportados en el bar Iris. Cuando los agentes acudieron al 23 de la calle Piqueras, se encontraron al hombre de mediana edad, con gafas y con una camiseta de un equipo de fútbol, detalles que ya obraban en poder de la Policía Local. 

Pero por si estos detalles fueran pocos, el detenido se encontraba aún en posesión de la caja registradora de la cafetería Glam, a escasos veinte metros de donde la había robado. 

Cuatro años de prisión. No es la primera vez que el café Glam se convierte en la diana de los ladrones. En noviembre de 2019, un atracador a punta de pistola amenazó a los presentes con disparar de no darle la recaudación de la caja. Logró hacerse con unos 1.400 euros y posteriormente, tras ser detenido, le impusieron una condena de cuatro años de prisión.