El patrimonio histórico, artístico, cultural y natural de Logroño cuya protección quiere garantizar oficialmente el Ayuntamiento incluye los edificios más singulares y monumentales que están en la mente de todo el mundo, como la concatedral de La Redonda y el resto de iglesias, el cubo del Revellín o el Museo;monumentos como la estatua de Espartero; conjuntos histórico-artísticos, entre otros el Camino de Santiago;pero también más de un centenar de yacimientos arqueológicos y de elementos etnográficos menos conocidos y ajenos al concepto de monumentalidad, del estilo de guardaviñas o antiguos molinos.
Son algunas de las categorías de elementos a proteger que se proponen en el borrador del Catálogo de Bienes Protegidos de Logroño, sujeto actualmente a debate por parte de expertos y de los grupos políticos municipales. El listado provisional plantea asegurar la protección, en distintos grados, de más de 760 elementos.
En esa relación hay desde tres conjuntos histórico artísticos, como son el Camino de Santiago a su paso por la capital riojana en todo su recorrido, desde el Camino Viejo de Viana hasta el municipio de Navarrete; el propio casco antiguo (Conjunto Histórico de Logroño), delimitado por las calles Norte, San Gregorio, Muro de Cervantes, Muro del Carmen, Muro de la Mata, Bretón, Once de Junio y las avenidas de Viana y Navarra; y el palacete del Gobierno regional y su entorno, incluido el edificio 'gemelo', en un espacio comprendido entre los números 3 y 5 de Vara de Rey, el 2 de Duquesa de la Victoria y el 1 de Calvo Sotelo.
En la cúspide de inmuebles protegibles se encuentran los nueve edificios logroñeses que tienen la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC), como son La Redonda y las iglesias de San Bartolomé, Santiago y Palacio; el antiguo convento de La Merced, actual sede del Parlamento regional; y cubo del Revellín y su edificio anexo; el Museo de La Rioja;y el palacio de Monesterio, sede de la Seguridad Social.
Con protección integral (grado I) figuran 18 bienes, entre ellos el Instituto Sagasta, el Mercado de Abastos, la Escuela Superior de Arte o un edificio de viviendas en la plaza Martínez Zaporta.
En el nivel II (protección estructural) se relacionan edificios como el Teatro Bretón, el Círculo Logroñés, la Casa de las Ciencias, el Seminario, la Gota de Leche, el Centro Cultural Ibercaja y el edificio de Correos y numerosos inmuebles particulares, hasta un total de cien construcciones.
Con grado III se propone la protección (ambiental) de 452 edificios, de nuevo un sinfín de ellos bloques privados cuyas fachadas tienen interés arquitectónico o artístico, con ejemplos como las bodegas Franco Españolas y Marqués de Murrieta, la sede de la UNED (antiguo Palacio de los Fernández de Astiz), la Cofradía del Vino o la casa del reloj de Berjerón, en el número 2 de Bretón de los Herreros.
En el apartado de monumentos, el estudio encargado por el Ayuntamiento sugiere la inclusión de 10 bienes, alguno tan popular como las fuentes de Murrieta y de los Ilustres, el Labrador o la escultura de Espartero. Hay también en el borrador 22 esculturas, desde la de Sagasta a la de Gorgorito; los tres cementerios del municipio, con algunos de sus principales cuadros y panteones; 106 elementos etnográficos y yacimientos arqueológicos; 14 parques y paseos, como el Espolón, La Grajera y los parques del Ebro, la Ribera y el Iregua; junto con una docena de árboles singulares y de interés y arboledas que merecen la protección propuesta.
Proceso participativo. El proceso participativo para presentar aportaciones al borrador del catálogo comenzó la semana pasada, con una reunión de los portavoces municipales. A partir de ese primer encuentro, se ha abierto un plazo de un mes para sugerencias.
El concejal de Urbanismo, Íñigo López Araquistáin, explicó tras esa sesión, que el objetivo es que tanto los grupos políticos como el grupo de trabajo del Consejo Social de la Ciudad, con expertos en la materia, trasladen al Ayuntamientos sus sugerencias y aportaciones, que se presentarán al equipo redactor del Plan General para actualizar el catálogo de bienes protegidos.