"Con un bebé prematuro estás al filo de la incertidumbre"

David Hernando Rioja
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Marta Elosúa es una madre de Hugo, un niño que nació el 30 de diciembre de 2022 con 27 semanas de gestación y un kilo de peso

Marta Elosúa en el exterior de uno de los edificios ubicado en el campus de la Universidad de La Rioja - Foto: Ingrid

«Con un bebé prematuro la vida te pone en el filo de la incertidumbre. No sabes que va a pasar. Puede ocurrir que tenga una infección, un derrame cerebral y haya que intervenirle quirúrgicamente pero en Logroño no hay cirugía pediátrica para menores de tres años. Con lo cual, hay que llevarle fuera de Logroño, con lo que eso conlleva».

Este es el testimonio de Marta Elosúa, madre de Hugo, un niño prematuro extremo que nació el 30 de diciembre de 2022 con 27 semanas y un kilo de peso. Recuerda que le ingresaron un 5 de diciembre de 2022 porque «parecía que estaba de parto peor no lo estaba. No sabíamos si iba a nacer, si no lo iba a hacer y en que condiciones».

Los médicos decidieron mandarla a casa pero cinco días después, concretamente el 21 de diciembre, la ingresaron de nuevo hasta que Hugo naciera.

Describe aquellos días como «momentos de mucho miedo, angustia e incertidumbre», además de que «hubo mucho dolor porque te avisan para que te prepares para lo peor». «No es día a día ni hora a hora sino que es segundo a segundo porque hay que ir viendo como evoluciona todo», rememora.

De hecho, recuerda que cada día era una celebración. «Ingresé con 24 semanas y quería llegar a la 25, y así hasta conseguir la 28». «Quedaba media hora para la semana 28 cuando nació prematuro extremo, ya que le quedaban 3 meses de cocción», apunta.

«Me bajaban a partos cada vez que tenía una molestia, por la mañana, por la tarde o por la noche. Era una angustia horrible hasta que el día 30 de diciembre nació», indica.

Más difícil. Marta Elosúa guarda en su momento tres momentos muy difíciles que vivió después del parto. 

El primero fue no poder ver a su hijo hasta el día siguiente. «Mi marido si que pudo verlo y me grabó un vídeo. A mi me pareció tremendo en la pantalla del móvil pero cuando lo vi en persona fue muy duro», asegura.

«Me daba la sensación de que no le podía proteger como madre. Es una sensación que no era real pero es lo que sentí en ese momento», añade Elosúa. 

El segundo momento más difícil que vivió fue irse a casa sin él, ya que «tienes a tu hijo de un kilo metido en una incubadora, y no sabes si va a seguir adelante ni que va a pasar. Pero te tienes que ir a tu casa sin él», apunta.

El otro momento más duro tuvo lugar cuando Marta cogió a Hugo en brazos por primera vez en la noche de Reyes. «Cuando entras a verle, te dicen que tienes que tener calma porque te explican lo que puede o no pasar y es como otra bofetada de realidad. Cada vez que entras y ves un medico en la incubadora piensas lo peor, ya que su estado de salud puede cambiar en cada momento y hay que aprender a vivir cada minuto», concluye.

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