La Rioja probará un método contra ataques de lobo por el olor

G.B.
-

Investigadores de la Universidad de Castilla-La Mancha utilizarán cebos impregnados que acaban generando repugnancia en los cánidos cuando asocian esos olores a los rebaños

Un ganadero de las 7 Villas muestra una oveja devorada por un lobo, en una imagen de archivo. / - Foto: Ingrid

Ni mastines, ni corrales, ni cercados electrificados. La nueva estrategia del Gobierno de La Rioja para tratar de frenar los ataques de lobos a los rebaños de la cabaña extensiva riojana se basa en el olfato y el gusto de los cánidos. De forma resumida, se trata de cebar a los lobos con carne, inicialmente sin ningún tipo de producto, y después impregnada con sustancias que les generan aversión y que están asociadas a un olor característico, que luego se aplica a las reses de los rebaños, de manera que los depredadores sientan rechazo al acercarse a ellas y desisten de probar su carne.

El procedimiento, que se denomina 'aversión condicionada' y que ya se ha ensayado en la Sierra Norte de Guadalajara, resulta bastante más complejo, como se detalla en el convenio firmado el pasado día 6 por la consejera de Agricultura, Ganadería, Mundo Rural y Medio Ambiente del Gobierno de La Rioja, Noemí Manzanos, y la vicerrectora de Innovación de la Universidad de Castilla-La Mancha, Ángela González, para la aplicación de técnicas innovadoras que reduzcan los daños de las manadas de lobos en la ganadería riojana. El objetivo es «contribuir a reducir el conflicto existente entre la conservación de una especie protegida y la afección a las explotaciones ganaderas de extensivo», indica el texto.

¿Cómo se logra que un ejemplar de Canis lupus sienta tal repugnancia por el olor que desprenden las ovejas que desista de atacarlas? Como explican en la memoria del proyecto los investigadores que se encargarán de llevarlo a cabo el proceso se realiza en tres fases.

En la primera, en las zonas donde se presume que hay lobos se distribuirán cien cebos de carne sin ningún tipo de aditivo para acostumbrarlos a alimentarse con ellos.

Posteriormente, se introducirán 50 cebos con un antiparasitario y un olor característico que produzca aversión al mismo en los cánidos. En la tercera fase, se les proporcionarán 40 trozos de carne ya sin el antiparasitario, pero con el mismo olor que les genera repulsión, todo ello monitorizado con cámaras de fototrampeo. Al mismo tiempo, se aplicará a los rebaños de la zona el olor que ya generará rechazo a los lobos, y se hará un seguimiento para determinar si disminuye el número de daños.

Vainilla. Aunque no se especifica en el convenio, de la información proporcionada en otros ensayos de 'aversión condicionada' se desprende que el objetivo se logra con sustancias químicas que producen un efecto desagradable, con vómitos y náuseas, de modo que el metabolismo del depredador aprende a rechazar a determinadas presas, como las ovejas, que previamente han sido rociadas con ese olor. En el proyecto ensayado en Guadalajara, la esencia utilizada para generar la aversión, fue el de la vainilla.

 

55.000 euros para tratar de rebajar el daño a la ganadería

El acuerdo suscrito entre el Gobierno de La Rioja y la Universidad de Castilla-La Mancha para aplicar técnicas innovadoras, en este caso con el método de 'aversión condicionada', para tratar de reducir los daños en la ganadería extensiva riojana por ataques de lobos, contempla una aportación de 55.000 euros por parte de la Administración riojana. Esa partida económica servirá para  cubrir los gastos de las pruebas y ensayos en el campo, como la compra de cebos y de aversivos, las cámaras y materiales para aplicar el olor. También costeará viajes y dietas de los investigadores, así como la difusión de los resultados y las reuniones de información. Una comisión mixta hará el seguimiento y evaluación del proyecto. El convenio tendrá vigencia hasta el 16 de diciembre.