Cuando el personal asistencial no es suficiente

El Día
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Sáinz, Alba, Ibáñez y Alguacil debaten sobre el aumento del envejecimiento y la falta de efectivos laborales en el sector

Sara Alba, Patricia Sáinz, Alicia Ibáñez y Marta Alguacil participaron en la segunda mesa redonda de la jornada. - Foto: Óscar Solorzano

El Foro Punto de Encuentro 'Nuestro mayores, un patrimonio que tenemos que reconocer y cuidar'concluyó con la segunda mesa de debate moderada por María Mahave, presentadora del espacio informativo homónimo en La 7, y que reunió a Patricia Sáinz, concejal de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Logroño; Alicia Ibáñez, presidenta Colegio Oficial de Enfermería de La Rioja; Sara Alba, presidenta Asociación Riojana de Residencias y Servicios de Atención a los Mayores; y Marta Alguacil, presidenta Colegio Oficial de Trabajo Social de La Rioja

En primer lugar, Patricia Sáinz tomó la palabra y lo hizo para recordar «la oportunidad de este Foro» pues ayer se celebraba el Día Mundial del Trabajo Social, «día centrado en el bienestar intergeneracional». «Tenemos más de 34.000 logroñeses mayores de 65 años», informó antes de recordar que «aunque pongamos recursos a su disposición, la prevención es fundamental». Al igual que su par en el Gobierno regional, la concejal reconoció la falta «de personal sociosanitario». «Gestionamos bien ese servicio», agregó, «pero tenemos ese reto». Sobre la soledad no deseada, recordó la iniciativa municipal llamada Mesa de la Soledad «y que reúne a todos los sectores sociales para trabajar en este problema».

Sara Alba, en representación de Lares La Rioja, recordó la labor histórica de la Unión de Residencias y Servicios del Sector Solidario: «Cuidamos mayores cuando nadie lo hacía y cuando la ley de la dependencia no existía». El leit motiv que guía a Lares es «que el cuidador y el cuidado merecen el mismo trato».  Así, recordó los pilares que guían su actuación asistencial: «Tenemos planes de acogida pensados en las personas y no en las necesidades del centro; el proceso de cuidar requiere que vayamos conociéndonos; cuando la salud se deteriora y el fin está próximo, hay que cuidar también a las familias». «Humanizar la atención es la base de Lares y de nuestro humanismo cristiano», completó antes de recordar que para combatir la soledad no deseada, la «vida en comunidad, las rutinas y la ocupación útil» son las herramientas con las que se opera en Lares. «La soledad no se presenta un día por la mañana en tu puerta. Hay que cuidar las relaciones familiares, laborales, sociales», completó.

Dimensión laboral. Por su parte, Alicia Ibáñez recordó que es importante «aumentar la esperanza de vida» pero igual de importante es hacerlo «con la mejor salud posible».

La presidenta de Colegio Oficial de Enfermería de La Rioja aboga por «promover» programas de envejecimiento activo que den respuesta a este condicionante de las sociedades contemporáneas. 

Ibáñez asume que el sistema asistencial se enfrenta, ya en la actualidad, a la «precariedad» y a la «escasez» de profesionales sanistarios. Sin embargo, esta realidad laboral puede ser peor con el paso de los años y el aumento del envejecimiento de la sociedad riojana, nacional y europea: «No estamos preparados para atender el nivel de demanda que viene».

Una realidad que atañe personalmente al Colegio Oficial de Enfermería es la falta de profesionales formados «en geriatría». Es por eso que Alicia Ibáñez invita a las autoridades académicas y gubernamentales a «crear la unidad docente de Enfermería Geriátrica». 

Con respecto a la soledad no deseada, como sus compañeras apostó por la «prevención».

En cuanto a esta última problemática, su homóloga en el Colegio Oficial de Trabajo Social de La Rioja reconoció que «muchas veces en los servicios de ayuda a domicilio se demanda compañía». Entre algunas iniciativas que se están realizando en este sentido destacó la de cohousing y criticó el «paternalismo» con el que se trata a los mayores.

Tras reconocer la frustración de muchas mujeres «porque llega una edad y no se sienten útiles», reconoció que el Trabajo Social se centra «en la prevención porque está claro que a la hora de implementar servicios para retrasar el envejecimiento, la prevención es más barata que la intervención».