Este fin de semana la Ganadería 'Campastros' de Nieva de Cameros ha vuelto a sufrir un nuevo ataque de lobo por el que una de las ovejas murió en el monte a causa de las heridas sufridas y otra tuvo que ser sacrificada en el traslado al pabellón ganadero. Esta última, además, iba a parir en unos días dos corderos que "no cuentan a la hora de las ayudas".
El incidente, parece ser, tuvo lugar en la mañana del viernes al avistar un vecino de Nieva varias ovejas corriendo asustadas por el monte después de haber escuchado los ladridos de los mastines que trabajan al cuidado del rebaño de más de 900 animales con los que cuentan actualmente.
De todo ello se dio cuenta al forestal de la zona para activar el protocolo para las indemnizaciones previstas y que, "como ya hemos comentado en otras ocasiones, no llegan a cubrir el coste real que se invierte en cada uno de estos animales", ha señalado el Ayuntamiento camerano.
Hay que tener en cuenta que "no sólo es el número de ovejas muertas en los diferentes ataques que han venido sufriendo a lo largo de los últimos meses sino que, además, la repercusión que todo ello tiene en los animales". Según los cálculos que han hecho los jóvenes "neveros" que regentan esta ganadería, "son alrededor de 400 los corderos que han dejado de nacer desde el verano hasta ahora por los problemas derivados del estrés que afecta al resto de la ganadería después de cada ataque".
Por ello, han indicado que esperan que las administraciones competentes en la materia "tomen nota y actúen definitivamente en la normativa para que las y los jóvenes ganaderos de nuestros pequeños municipios se vean más considerados en la importante labor".