El que fuera rector de la Universidad Complutense de Madrid y actual presidente de UNIR, Rafael Puyol (Gijón, 1945), inauguró una nueva cita del Foro Punto de Encuentro, ciclo de debates organizados por el Grupo Promecal La Rioja -editor de El Día de La Rioja y de La 7 de La Rioja Televisión- y que cuentan con el patrocinio de la Universidad Internacional de La Rioja así como del Ayuntamiento de Logroño.
Este primer debate del año, que llevó por título 'Nuestros mayores, un patrimonio que tenemos que reconocer y cuidar', contó con el reconocido demógrafo asturiano como maestro de ceremonias. El doctor en Geografía Humana apostó por convertir los problemas que genera el envejecimiento («desafíos» en su terminología) en «oportunidades».
En primer lugar, el presidente de UNIR optó por definir el envejecimiento como «un valor relativo» en contraposición a la longevidad, que es un «valor absoluto» y que viene determinada por «el número de años (la esperenza de vida) que cumplen las personas».
Bajo este prisma, la realidad demográfica sanciona que un 15% de la población supera los 65 años, porcentaje que irá aumentando «porque se incrementa la esperanza de vida y disminuye la natalidad». La tasa de natalidad actual es de 1,19 hijos por gestante pero «la tasa de renovación se establece en 2,19 hijos por madre». Y, ante este fenómeno, «ni el aumento de la inmigración ni de la natalidad ofrecen solución a corto-medio plazo».
Con esta pirámide social, de sobra conocida, solo queda reconocer «que el envejecimiento es irreversible y que no se va a parar» pero también «que las condiciones (físicas y mentales) de los séniors cada vez son mejores». Es por eso por lo que considera que «el umbral de los 65 años ya no sirve para situar el envejecimiento». Los demógrafos, como Rafael Puyol, sitúan el envejecimiento «en los 15 años anteriores a la esperanza de vida de cada país» (84 para las mujeres; 81,5 para los hombres en el caso español).
Y, una vez analizada la situación, toca reconocer que los «desafíos» que provoca el edadismo en las sociedades occidentales son ingentes. Para el miembro de la Real Academia de Doctores de España los principales son tres: «Pensiones, crecimiento del gasto sanitario y aumento de la dependencia». Con respecto al primero, incide en que España cumple la ratio de cotizantes/jubilados (2,3) «pero en breve se incumplirá». De los 190.000 millones presupuestados, el pago de pensiones se lleva «el 70%».
Por lo que respecta al gasto sanitario, la cuenta es clara: «El 20% de la población representa el 50% de los gastos sanitarios».
Y, en cuanto a la dependencia, Puyol asumió que España destina el 0,8% de su PIBpara esta partida «cuando la media europea es del 1,6%». «Hay 1,6 millones de españoles reconocidos en situación de dependencia mientras que 270.000 esperan su diagnóstico», agregó.
Y, pese a este horizonte, el envejecimiento genera también «oportunidades». Porque, en su opinión, la experiencia y el caudal profesional «de los mayores de 65 años no debe ser desaprovechado». «La jubilación debe ser un derecho pero no una obligación», recordó consciente del capital que aportan los mayores. Como los séniors reclaman unos bienes y servicios que han de ser atendidos, se ha producido «un despegue de la silver economy (economía plateada, en inglés)», el 32% del PIB de la Unión Europea y el 38% de la mano de obra comunitaria está empleado en atender a este sector creciente.
Individuados los desafíos y subrayadas las oportunidades, Rafael Puyol terminó su presentación solicitando el «voluntarismo» de la política nacional para afrontar este desafío que requiere, «una voluntad presupuestaria» y, que esta apuesta por poner en valor a los mayores «se sostenga en el tiempo».