La Rioja cerró 2024 con un total de 226 denuncias por desapariciones, según los datos hechos públicos esta misma semana por el ministerio de Interior. Se trata de una cifra estadística que puede presentarse desorbitada para una Comunidad autónoma de pequeñas dimensiones como la riojana y que precisa de ciertos matices que arrojan luz sobre una situación, alarmante por un caso que exista, pero que se suaviza, sin mermar gravedad, una vez explicada. Por un lado, de esos 226 casos 191 corresponden a menores con edades comprendidas entre los 13 y los 17 años de edad.
Dicho de otra forma, algo más de ocho de cada diez casos de desapariciones, como las denomina el área de Gobierno que comanda Fernando Grande-Marlaska, tiene como protagonistas a jóvenes que aún no han cumplido la mayoría de edad. Por otro lado, el 61% de esos menores sobre los que se denuncia su desaparición o ausencia, son reincidentes. Es decir, son 191 denuncias pero en seis de cada diez casos, el menor desaparecido acumula dos o más denuncias, y en «un número muy elevado de estos casos, se trata de menores que residen en pisos tutelados» por los Servicios Sociales de la Comunidad, tal y como confirman fuentes oficiales próximas a este tipo de investigaciones.
En cualquier caso, no existe, o no trasciende, una estadística oficial sobre el número de denuncias interpuestas desde los pisos tutelados de la región. Ahora bien, los datos de Interior apuntan a que alrededor de 115 comunicaciones a las Fuerzas de Seguridad del Estado en Logroño y La Rioja, corresponden a ausencias denunciadas desde los diferentes centros de acogida.
Y en muchos casos, estas ausencias denunciadas «se reintegran», señalan las mismas fuentes, «una vez que el menor regresa a su alojamiento». A lo largo de las últimas semanas ha salido a la luz pública las constantes fugas, como así las denominan en los propios centros tutelados, de menores acogidos por los Servicios Sociales autonómicos. «En muchos casos -prosiguen las mismas fuentes- se trata de menores que salen un fin de semana y regresan días después». Desde los pisos tutelados están obligados a interponer la correspondiente denuncia que se retira cuando aparece el menor tutelado. Pero la estadística, lógicamente, ya ha sumado. Hay que tener en cuenta, y así lo matizan las fuentes consultadas por El Día de La Rioja, que «se trata de menores de edades comprendidas entre los 13 y los 17 años que no han cometido ningún tipo de delito» y por tanto, y a pesar de que existen horarios en las citadas viviendas de acogida, «en muchos casos no se respetan». De hecho, se tiene constancia de ausencias que se han prolongado por encima de los seis meses.
Fuera del ámbito protegido. El balance desarrollado y publicado por el ministerio del Interior detalla también que de los 191 casos denunciados de menores de entre 13 y 17 años en La Rioja, 138 corresponde a mujeres y 53 a hombres. De nuevo la estadística de Grande-Marlaska precisa de obligados matices. En principio, y a juzgar por los datos reflejados por el Ministerio, todo apunta a que son ellas quienes más protagonizan ausencia prolongadas que derivan en denuncias. Sin embargo, es imposible afirmar este supuesto sin conocer si en el caso de los pisos tutelados por Servicios Sociales, «son mayoritarias ellas».
Ahora bien, no todas las denuncias por desapariciones o ausencias de menores se circunscriben a los pisos tutelados por la Comunidad autónoma. En base a las cifras registradas en el balance de desapariciones en todo el ejercicio 2024, otras 75 denuncias escapan al control de los Servicios Sociales. Las mismas fuentes oficiales consultadas por este periódico apuntan a casos de «menores que no suelen salir y por el motivo que sea, en un momento dado prolongan una noche» de juerga hasta bien entrado el domingo. «La preocupación de los padres es totalmente comprensible en casos así». O que «se quede a dormir en casa de algún amigo, con el móvil apagado y sin haber avisado en casa».
Es la explicación, razonada y razonable, que se aporta a una estadística cuyas cifras, de buenas a primeras, se presentan totalmente desorbitadas. Hay que tener en cuenta que «si todas estas desapariciones (226 en total en un año y 191 de ellas con menores implicados) fueran por causas de carácter delictivo, estaríamos en un marco de tragedia constante», apuntan las fuentes consultadas por El Día de La Rioja.
Con todo, a fecha 31 de diciembre del pasado ejercicio 2024 permanecían activas un total de 32 denuncias en el ámbito de la Comunidad autónoma, y doce de ellas con menores de edad implicados (siete de sexo masculino y cinco de sexo femenino).
35 mayores desaparecidos a lo largo de 2024
Una motivación muy diferente presentan los casos de desapariciones con mayores de edad implicados. Este tipo de hechos, según las fuentes consultadas por El Día de La Rioja, suelen responder a intento autolíticos o a la necesidad de un cambio de residencia que no se comunica.
El balance realizado por Interior registra un total de 35 casos que afectan a mayores de edad en el ámbito de la Comunidad autónoma de La Rioja. Veinte de las citadas denuncias continuaban activas 31 de diciembre.