El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha evitado hacer una alusión directa a la amnistía para que el expresidente catalán Carles Puigdemont apoye su investidura, aunque sí ha ofrecido "generosidad" al independentismo catalán, al tiempo que ha recalcado su rechazo a un referéndum de autodeterminación como reclaman ERC y Junts.
"Hacer política implica generosidad, implica compromiso con tu país e implica lógicamente liderazgo", ha sostenido Sánchez en rueda de prensa tras recibir el encargo del Rey Felipe VI de intentar formar gobierno, evitando en todo momento pronunciar la palabra amnistía.
Al ser cuestionado directamente por un posible perdón a los implicados en el proceso independentista, ha señalado que es el momento de la política y "de la generosidad", aunque de nuevo sin mencionar la amnistía.
Respecto a la exigencia de ERC y Junts de que también se incluya un referéndum de autodeterminación en el marco del pacto para respaldar la investidura del líder socialista, Sánchez ha manifestado su rechazo "no solo por compromiso y exigencia constitucional sino por una convicción política".
Así, ha ahondado en su rechazo, al señalar que se ha manifestado en contra del referéndum y las decisiones que ha tomado también van en esa dirección. "Es contrario a mi palabra y a mi acción", ha expresado. Asimismo, ha asegurado que de esa posición no se van a mover. A su juicio, los catalanes quieren "pasar página de esta situación" y generar un reencuentro entre instituciones y ciudadanos de Cataluña y del conjunto de España.
Pluralidad del parlamento y diversidad territorial
En todo caso, Sánchez considera que el resultado de las elecciones del 23 de julio reflejan que no se puede aspirar a gobernar el país si no se reconoce la "pluralidad política del Parlamento ni la diversidad territorial", una condición que, a su juicio, la derecha política y mediática nunca ha aceptado.
Asimismo, ha calificado la situación en Cataluña como "un conflicto" que se tiene que resolver en el terreno de la política y no "en otros ámbitos", en la misma línea de sus anteriores críticas a la vía judicial del procès.
En este sentido, ha señalado que "no hay nadie que se pueda sentir orgulloso" de lo sucedido durante el procés pues fue una crisis que no trajo nada bueno. "Yo no me siento orgulloso y no era presidente sino líder de la oposición", ha señalado. A continuación ha indicado que desde ese momento ha trabajado para buscar el reencuentro entre catalanes y de ellos con el resto de españoles.
Ronda de contactos
Además, Sánchez ha anunciado que desde este mismo miércoles empezará a reunirse con los grupos parlamentarios para lograr la mayoría en su investidura. Mañana mismo, iniciará esta ronda de contactos con la vicepresidenta segunda en funciones y líder de Sumar, Yolanda Díaz y la semana que viene se verá con el resto de formaciones, excepto Vox.
Al ser requerido de nuevo a dar su opinión sobre una posible amnistía, Sánchez ha indicado que será después de escuchar a los grupos cuando fijará posición pues esta es "una de las propuestas que están haciendo no pocos grupos parlamentarios", según ha explicado.
El presidente en funciones considera además que después de la investidura fallida de Feijóo ha llegado su turno para lograr la reelección. "Nos corresponde ponernos a la tarea a nosotros y acordar un nuevo Gobierno de coalición progresista entre el Partido Socialista y Sumar", ha indicado.
Buscará por tanto una mayoría que dé como resultado un Gobierno y también "estabilidad" durante los próximos cuatro años para afrontar los retos a los que se enfrenta la sociedad española. En este sentido ha indicado que su proyecto de país es "claro y conocido" así como "ambicioso y comprometido con la mayoría social".
Espera además que la nueva coalición mejore su "eficacia", pues a su juicio esta es una de las lecciones que deben extraer del funcionamiento del Gobierno de coalición durante la pasada legislatura.
Se pronunciará hasta el TC sobre los acuerdos
En cualquier caso ha querido marcar distancias con la investidura de Feijóo al señalar que él si se toma en serio el encargo del Jefe del Estado y por tanto va a una investidura real y no a una "postiza" por lo que no hará perder el tiempo a los españoles, según ha asegurado.
En la misma línea, ha evitado pronunciarse señalando que tendrán que desarrollar las negociaciones "y ver cómo culminan y en qué acuerdos", pero ha querido dejar claro que los españoles tienen la garantía de que los acuerdos que se alcancen tendrán que ser refrendados por el Poder Legislativo.
Considera además que también se tendrá que pronunciar sobre los mismos el Tribunal Constitucional, avanzando un posible recurso de inconstitucionalidad de la oposición.
Defiende el efecto de los indultos
Finalmente, Sánchez ha defendido las decisiones que ha tomado hasta el momento con el independentismo, en particular la aprobación de los indultos a los líderes del procès condenados. Aunque era una medida arriesgada y cuando la adoptó confiaba en que tendría efectos positivos ahora, con el paso del tiempo, está convencido de ello.
"Entonces confiaba, Hoy puedo constatar --y es una convicción-- el que esa decisión fue acertada y bien tomada en aras del interés general", ha subrayado.
En esta misma línea, ha sostenido que en este momento las tensiones territoriales, particularmente en Cataluña, han retrocedido "decididamente" respecto al momento en que llegó a La Moncloa en 2018 y ahora España es un país más unido y más fuerte.