La selectividad va a cambiar otra vez. La semana pasada, según adelantó El País, hubo acuerdo entre los diferentes coordinadores de la prueba de todas las comunidades autónomas para establecer unas nuevas normas para este examen que determinará el acceso o no de los estudiantes españoles y riojanos a las universidades.
Algunas de las novedades de esta prueba es que sólo habrá un modelo de cada examen, a pesar de que hasta ahora el alumno podía elegir entre dos opciones. La prueba también incluiría entre un 20 y un 25 % de preguntas de carácter competencial, que se deberán responder de manera obligatoria.
«El enfoque competencial se refiere a cuando se aplican los conocimientos y saberes básicos para la resolución de un problema práctico», explica el viceconsejero de Educación en La Rioja, Miguel Ángel Fernández.
Los alumnos que quieran obtener la máxima nota en esta prueba deberán responder de forma correcta a preguntas que abarquen entre el 75% y el 80% del temario de cada asignatura. El objetivo de esta medida es que los estudiantes no tienten a la suerte estudiándose únicamente la mitad del temario.
Fernández explica que van a abandonar el modelo de examen que se implantó tras la pandemia de la Covid-19, «en la que se presentaba una opcionalidad en las preguntas muy elevada». La nueva prueba tendrá más preguntas que van a ser obligatorias de responder por parte del alumno y menos opcionales.
El Ministerio de Educación propuso en un inicio que los exámenes duraran 105 minutos pero finalmente, la medida ha quedado descartada y seguirán durando hora y media. Otra medida de esta nueva prueba es que el 70 % de la nota debe corresponder a respuestas abiertas o semiconstruidas. La idea es que los alumnos españoles utilicen menos el método memorístico, para que puedan desarrollar más su creatividad y su capacidad de pensamiento crítico, reflexión y madurez.
El viceconsejero destaca que 12 comunidades autónomas y la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas han trabajado en buscar elementos comunes y garantizar la igualdad de oportunidades de todos los estudiantes de bachiller que quieran acceder a la universidad. «Se ha venido trabajando en unificar fechas de rehabilitación, y criterios de evaluación y corrección ortográfica, ya que hasta ahora había mucha dispersión en esto», apunta.
Cuenta que el 18 de septiembre tuvieron una reunión con los coordinadores de las diferentes materia, «que son los profesores encargados de establecer lo que sería la estructura de las pruebas, y los criterios de calificación, entre otras cuestiones». Detalla que fueron informados de las principales novedades y se les propuso que trabajaran con un matriz de ciertas especificaciones.
También se les planteó una estructura de examen en las materias obligatorias y troncales. Fernández desvela que para el día 15 de octubre van a poder definir como van a ser las estructuras de los exámenes, y más adelante, dar algún ejemplo de ellos a los alumnos.
Cambio. Miguel Ángel Fernández explica que esta nueva selectividad es un cambio progresivo del modelo de enseñanza y aprendizaje, «con el que creemos importante trabajar esas competencias pero sin abandonar los contenidos». Asegura que en algunas asignaturas como Historia o Literatura es tan importante conocer una fechas como el contexto histórico, o en matemáticas, donde es tan importante resolver una ecuación como «saber para que sirve».
Reconoce que para los alumnos y profesores va a requerir un cambio de enfoque a la hora de preparar los exámenes y ejercicios, «en el que el componente practico se va a ver reforzado de una manera más profunda».
Fernández afirma que la consejería de Educación esta «bastante satisfecha» con el trabajo conjunto que se ha realizado entre las 12 comunidades autónomas hasta este momento.