La detección precoz, una consigna que los médicos repiten de continuo como la mejor manera de atajar a tiempo las enfermedades graves, le ha servido de argumento a una joven de 27 años, que recrimina al sistema sanitario riojano tardanza en recibir tratamiento, para pedir una indemnización económica tras perder un pulmón por un tumor que tardó seis años en ser diagnosticado. La chica reclamaba a la Consejería de Salud 90.000 euros y el Consejo Consultivo, al que el Gobierno de La Rioja pidió un dictamen jurídico, le reconoce el derecho de percibir 49.109 euros.
La odisea de la joven reclamante comenzó el 13 de enero de 2005 por el Servicio de Alergología del Hospital San Pedro y Miguel Servet de Zaragoza, y desde 2010 por el de Dermatología del centro sanitario logroñés, por episodios de dermatitis atópica y sensibilización frente a alimentos, ácaros y epitelios de perros y gatos, y concluyó con la neumonectomía izquierda (extirpación total del pulmón) que se le practicó el 17 de marzo de 2022 a causa de un tumor carcinoide.
Entre otras cosas, la reclamante reprocha al Servicio de Radiología del Hospital San Pedro «no haber informado de las lesiones sospechosas que aparecían en las radiografías realizadas en 2014 ya visibles», como indica el Consejo Consultivo de La Rioja en su informe.
Según denuncia la joven, que tenía 25 años cuando le extirparon el riñón izquierdo, de haberse tomado medidas entonces se podría haber diagnosticado el tumor de forma temprana y haber practicado una broncoscopia, que en 2020 no se pudo hacer «por ocupar/ocluir la masa hiliar el bronquio».
Lo que plantea la afectada es que el Servicio Riojano de Salud infringió la lex artis (práctica médica correcta) de manera que ese retraso en el diagnóstico hizo que perdiera la oportunidad terapéutica de recibir un tratamiento menos agresivo, que no concluyera con la extirpación de su pulmón izquierdo.
Daño moral. Aunque el Consejo Consultivo admite que la asistencia prestada a la reclamante no fue correcta en todo momento y certifica que existió un retraso de seis años en el diagnóstico y el tratamiento del tumor, considera que no se puede culpar a la sanidad riojana de los perjuicios que sufrió la joven. Por ello, rechaza la cifra de los 90.000 euros que pedía la paciente, pero admite una compensación de 49.109 euros por el daño moral «derivado de la pérdida de las expectativas de curación» en el caso de un diagnóstico precoz.
«Lamentablemente no puede saberse a ciencia cierta qué hubiera ocurrido de haberse practicado en 2014 las pruebas que finalmente se llevaron a cabo en 2020», aunque el organismo consultivo concluye en su informe que «parece altamente probable que de haberse obtenido un diagnóstico entonces el tratamiento de la lesión carcinoide hubiera sido menos agresivo, pudiendo haber conservado parte de su pulmón izquierdo», añade el dictamen del Consejo. Queda ahora por ver si el Gobierno de La Rioja admite esta propuesta de indemnización, aunque lo habitual es que el Ejecutivo regional acepte las dictámenes del Consejo Consultivo.