Un total de 39 extintores intervenidos en diversas actuaciones policiales y una carcasa pirotecnia disparada en la pasadas fiestas de San Mateo de Logroño han sido destruidos mediante una explosión controlada provocada por agentes de los TEDAX-NRBQ y la Unidad de Medios Aéreos de la Jefatura Superior de Policía de La Rioja.
Los 39 extintores fueron entregados por la Dirección General de Biodiversidad del Gobierno de La Rioja, ha detallado este jueves la Jefatura en una nota.
El pasado 29 de junio se hicieron unas pruebas sobre 3 de estos extintores para perfeccionar el método más idóneo para su neutralización.
Tras estos ensayos, y aunque es posible el desmontaje de los extintores y separar los diferentes componentes, se consideró más adecuado su neutralización por una explosión controlada y, así, poder estudiar los efectos que produce cuando se utiliza para sofocar incendios forestales.
En las pruebas se emplearon diferentes cantidades de extintores de explosión y en distintas disposiciones, como en línea y en zigzag, con activaciones simultáneas o secuenciadas.
También se tomaron medidas de la zona cubierta por el agua que es proyectada, de los tamaños de los fragmentos del envase, de la distancia que alcanzan, de la velocidad aproximada de los mismos y del tiempo de consumo de la mecha del artificio.
Esta información obtenida de forma empírica permitió valorar mejor los riesgos para el personal que tenga que manipularlos, ha indicado la Jefatura.
Posteriormente, se destruyó una carcasa pirotécnica disparada en las pasadas fiestas de San Mateo que no llegó a explosionar, dado que sólo había funcionado la parte que contiene la carga de proyección, que es la que la dispara desde el mortero, pero no la que genera los efectos de luz y sonido.
Ha añadido que, de haber funcionado, podría haber resultado de gran peligrosidad para la ciudadanía.
Esta carcasa, que pesaba 1,3 kilos y su diámetro era de unos 150 milímetros, fue localizada y entregada por los miembros de Protección Civil del Ayuntamiento de Logroño.
La carcasa, para su neutralización, fue desmontada, se separaron sus componentes y se realizó una explosión con los mismos de manera controlada.
En estas destrucciones se contó con la colaboración de Cruz Roja.