l cáncer de mama es uno de los más frecuentes en España. En 2022 se diagnosticaron 34.740 casos y se estima que en este 2023 se diagnostiquen unos 35.001 nuevos, según los datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).
Los últimos datos recogidos por el Gobierno de La Rioja indican que la unidad de Mama ha diagnosticado 220 casos en los últimos 12 meses. A su vez, la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) registró 237 casos en 2022, uno más que en el 2021 y tres más que en 2020. Además, la prevalencia a cinco años de este tipo de cáncer aumentó en 2022 respecto a 2021, pasando de 951 a 960 casos.
La presidenta de la AECC en La Rioja, Elena Eguizábal, apunta que los datos se mantienen estables año a año en la región porque «la detección precoz con el cribado está muy consolidada».
Además, este cribado es para mujeres con un rango de edad muy amplio, que va de los 45 a los 69 años, mientras que en otras zonas de España va desde los 50 a los 69 años».
También subraya la mejora paulatina que se está produciendo en las cifras de mujeres que sobreviven a este cáncer, gracias a los tratamientos que van apareciendo en los últimos años. Subraya que el porcentaje de supervivencia actual es del 85% pero «hay que seguir luchando».
El objetivo, indica, es seguir investigando esos cánceres de mama más rebeldes, los metastásicos y los triple negativos. «Ahora la supervivencia es mayor con los tratamientos hormonales y la inmunoterapia, además de que los efectos secundarios son menores», destaca la presidenta.
Por todo esto, el presidente del Comité Técnico de la AECC en La Rioja y jefe de grupo del área de oncología del el Centro de Investigación Biomédica de La Rioja (CIBIR), Alfredo Martínez, explica que actualmente están trabajando en dos investigaciones prometedoras como futura defensa para esta enfermedad.
Una de estas investigaciones es una beca predoctoral que está financiada por la AECC que consiste en utilizar un nuevo medicamento que entraría dentro del grupo de los denominados promedicamentos. Martínez explica que cualquier medicamento tiene efectos secundarios porque ataca al cáncer pero también a otras partes del organismo que provocan pérdida de pelo, problemas digestivos, inapetencia a la hora de comer o pérdida de células sanguíneas.
Este nuevo medicamento, detalla, se modificaría químicamente para que se active en los lugares donde hay hipoxia, es decir, falta de oxígeno. «La intención de esto es evitar efectos secundarios, y a su vez, seguir atacando a las células tumorales», señala.
El investigador se muestra optimista con esta investigación pero «aún estamos en la fase inicial»
Inmunoterapia. Por otra parte, Martínez cuenta que los investigadores del CIBIR trabajan en otra investigación con la que buscar tratamientos para conseguir «una inmunoterapia 2.0» para que «aquellos pacientes que no responden a la actual, puedan tener otras opciones».
Detalla que la inmunoterapia consiste en conseguir que tu propio sistema inmune ataque al cáncer. «Si funciona es casi milagroso porque con un par de inyecciones los tumores se reducen un 90%, pero hay pacientes que no responden al tratamiento», indica.
Por otro lado, el Gobierno de La Rioja destaca que el diagnóstico precoz, la eficacia terapéutica y el uso de tecnología avanzada, han permitido reducir de manera anual la tasa de mortalidad por cáncer de mama un 1% en La Rioja cada año desde el 1991.