Lo dijo con rotundidad durante su última intervención en los Premios Princesa de Asturias: «Entiendo muy bien y soy consciente de cuál es mi deber». Fue en uno de sus discursos más esperados, con la vista puesta ya en su inminente mayoría de edad y su jura de la Constitución ante las Cortes. Unas palabras que dejaron entrever que su momento había llegado.

La Casa Real lleva meses engrasando la maquinaria para este hito. Es hora de poner a Leonor de Borbón en el centro y eso implica un cambio de rumbo en su proyección pública. Así, si hasta ahora la máxima preocupación de Zarzuela -y de sus padres- había sido preservar la intimidad de la heredera al Trono, a partir de este momento la prioridad será que empezara a verse como un aliciente para la Corona.

Muestra de ello es la apertura de la institución a facilitar imágenes suyas. Este punto y aparte se produjo a raíz de iniciar su formación militar en Zaragoza. Gracias a ello se le ha visto reptando, preparando su fusil y estudiando un mapa manchada de tierra. Una permeabilidad de lo cotidiano que acerca a una parte de la sociedad más joven la figura de la que está llamada a ser su futura reina.

Una imagen más Real - Foto: Casa RealLa principal responsabilidad que asumirá a partir de este martes la Princesa de Asturias es que tiene que estar lista para subir al trono si fuera necesario; es decir, en caso de que Felipe VI muriera o estuviera incapacitado ella lo sucedería. 

Además, el Rey y el Gobierno pueden decidir que Leonor de Borbón represente al Estado en actos públicos más discretos, como entregas de premios y celebraciones, pero también en grandes ocasiones como las tomas de posesión de los mandatarios latinoamericanos. 

Por último, la heredera estaría en condiciones de desempeñar nuevos papeles institucionales en España como futura Jefa de Estado, pero también de estrenar la faceta de miembro de la realeza europea, con la que los Borbones comparten lazos amistosos y familiares.

Una imagen más Real - Foto: Casa RealLa gran consecuencia de todo esto es que, una vez que Doña Leonor jure la Constitución ante las Cortes, dejará de facto de estar bajo la protección de su madre, la Reina Letizia. De ahí ese viraje hacia una imagen más real de la Princesa. La primera en la línea sucesoria al Trono tendrá ahora su agenda propia, sus actos propios y sus compromisos propios. Leonor será adulta y transmitir este concepto a la sociedad española requiere de un proceso que no se culmina de repente.

Más cercana y natural

Desde que la Princesa regresó de Gales, tras culminar sus estudios de Bachillerato, y para muchos incluso antes, Zarzuela se ha esforzado en transmitir un nuevo enfoque de Leonor. Uno más cercano, más natural y mucho más próximo al que tendría un joven de su edad. 

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