La caza en La Rioja ha sido una práctica muy cotizada que siempre ha contado con una gran tradición y muchos adeptos, sobre todo en los diferentes pueblos de la región.
Pese a esto, las licencias de caza han disminuido considerablemente desde el año 1998 hasta el pasado 2023, ya que se ha pasado de 14.911 a 9.437, es decir, unas 5.474 menos.
Este descenso en el número de licencias ha sido progresiva con el paso de los años, aunque la mayor bajada se prudujo entre el 2011 y el 2012, con 697 licencias menos. Otros años en los que hubo disminuciones importantes fueron el 2013 con 53 menos, el 2014 con 458 menos y el 2015 con 309 menos.
El director general de Medio Natural y Paisaje, Ignacio Sáenz de Urturi, explica que este descenso es una respuesta coyuntural al declive generacional que está viviendo el mundo rural hoy en día. «Se producen más retiradas porque la gente deja la licencia o fallece, mientras que los jóvenes no se incorporan, ya que quizás prefieren realizar otro tipo de actividades que la propia caza en si misma».
Otro descenso importante tuvo lugar entre los años 2007 y 2008 con 416 licencias menos, debido a la crisis económica. «Las tasas no son elevadas pero se nota el coste de las armas y las batidas», apunta.
También hubo una disminución reciente en el número de licencias debido a la pandemia de la Covid-19, cuando en el 2020 hubo 625 menos. Aunque es cierto que al año siguiente no siguió bajando sino que hubo 162 nuevas licencias.
A pesar de estas cifras, Sáenz de Urturi afirma que la caza no sufre ninguna crisis porque «la caza y la gestión cinegética es uno de los recursos económicos más importantes con los que cuentan los ayuntamientos, sobre todo en pequeños núcleos donde los rendimientos económicos que genera la caza son muy importantes». «Es cierto que hay menos licencias y menos adeptos pero no hay que olvidar que a esta comunidad vienen cazadores de otras zonas regiones limítrofes o lejanas de España para disfrutar de la caza», destaca.
Solución. El Gobierno de La Rioja está buscando una solución a esta situación que está viviendo el sector de la caza. El director general informa que ahora están realizando el desarrollo reglamentario de la ley actual de caza y gestión cinegética.
Recuerda que la anterior ley se hizo en 1998 aunque se le añadió un decreto en el 2004. Este nuevo decreto que se va a añadir a la ley actual cuenta con varias novedades, como la simplificación de la constitución y de la titularidad de los cotos, «con la que la constitución de estos espacios será mucho más sencilla y los cazadores tendrán un mejor acceso a la hora de titularizarse dentro de un coto».
Otro cambio, indica, es el fomento de la caza de gestión, que consiste en controlar las poblaciones de aquellas especies que «están produciendo bastantes daños en cultivos agrícolas». «Con esto se puede fomentar el acceso a la caza al margen de su variante deportiva», apunta.
La tercera iniciativa consistiría en implementar medidas de formación con los más pequeños, ya que «tenemos un convenio suscrito con la Federación Riojana de Caza donde un pilar muy importante tiene que ver con la formación». Detalla que algunas de estas actividades pueden ser que los jóvenes se pongan en contacto o visualicen acciones de caza, cursos de formación didáctica de diferentes especies cinegéticas o cursos de cocina de carnes y especies cinegéticas, entre otras. «Estas son actividades muy interesantes que pueden hacer que a un número mayor o menor de jóvenes les entre el gusanillo por la caza», señala.
Sáenz de Urturi informa que este decreto podrá «ver la luz» a mediados del tercer trimestre del año. Aunque antes todas las entidades y asociaciones deberán hacer sus alegaciones, que posteriormente serán estudiadas.