El 12 de julio de 1962, la primera alineación de los Rolling Stones, con Jagger y Richards a la cabeza, además del bajista Dick Taylor, el batería Tony Chapman y los malogrados Brian Jones e Ian Stewart, ofrecieron su primer concierto en el Marquee Club de Londres, un local de jazz ya desaparecido en pleno Oxford Street. Sus Satánicas Majestades estaban dando sus primeros pasos y lo hacían un jueves cualquiera de verano, con amplificadores prestados y ante la aparente indiferencia del público. Sin embargo, poco a poco se fueron convirtiendo en los reyes del rock y 60 años después siguen revolucionando a las masas, seduciendo al respetable y brincando ante miles de espectadores que asisten como fieles feligreses a algunos de sus conciertos de su tour Sixty o escuchan algunos de sus temas más emblemáticos y legendarios, como Satisfaction, Start Me Up, Paint It Black o Honky Tonk Woman.
«Empezamos como una banda de blues tocando en los bares y terminamos llenando los mayores estadios del mundo con un tipo de espectáculo con el que ninguno de nosotros siquiera soñaba en aquellos años», relataron los Rolling Stone ya hace una década en su página oficial. Ninguno de los miembros de la mítica banda podía imaginar que iban a convertirse en una referencia para generaciones de músicos y millones de fans, además de vender más de 200 millones de discos.
Los Rolling comenzaron haciendo versiones y curiosamente se hicieron famosos con una canción que les prestaron los Beatles: I wanna be your man. El grupo de Liverpool no tenía nada que ver con la banda de Jagger y Richards; mientras los primeros eran considerados los chicos buenos con sus flequillos y sus corbatas, los segundos, desaliñados y vistiendo ropas rasgadas, eran todo lo contrario.
A pesar de su aspecto, su éxito fue inmediato y arrollador. Con una combinación ganadora de rock'n'roll y blues, los Stones no tardaron en subir a las listas de éxitos, a pesar de que sus primeras canciones eran reinterpretaciones de piezas americanas.
El salto a la fama
Pero no fue hasta 1965 cuando los Rolling Stones empezaron a componer sus propios temas, llegando a revolucionar el mundo entero con trabajos como (I can't get no) Satisfaction, con el que consiguieron el número uno de las listas de éxitos y a día de hoy sigue siendo todo un hit.
Paint it Black (1966), Sympathy for the Devil (1968), Angie (1973) o Start Me Up (1981) son solo algunas de las grandes canciones que conforman sus 30 álbumes de estudio y más de 100 sencillos.
Después de que Brian Jones dejara la banda en 1969, murió ese mismo año, el grupo registró varios cambios hasta estabilizarse con los cuatro miembros que todos conocemos: Mick Jagger, Keith Richards, Ronnie Wood y Charlie Watts, que falleció el año pasado.
A pesar de los éxitos, la prolífica carrera de los Rolling siempre ha estado ligada a la polémica.
Una época de excesos
Sus adicciones con el alcohol y las drogas eran de dominio público. Incluso aparecieron en las portadas de la prensa y visitaron la cárcel unas cuantas veces.
Uno de los momentos más controvertidos fue cuando Brian Jones falleció ahogado en una piscina en 1969 durante una fiesta, cuando tan solo tenía 27 años, uniéndose tristemente al llamado Club de los 27, junto a otros artistas que murieron en esa fatídica fecha.
La segunda década de existencia de los Stones fue la de la bipolaridad, es decir, eran amados y odiados al mismo tiempo, al tiempo que se convertían en paradigmas de la cultura underground.
Los escándalos sexuales en que se envolvían eran constantes, especialmente de Jagger a quien se le denominó andrógino por algún tiempo y se descubrió su bisexualidad.
En los 80, superado ya el mito de una posible separación, los Rolling empezaron a ofrecer shows muy elaborados, con grandes escenografías, luces y vestuarios extravagantes.
En aquel entonces, sus integrantes rondaban los 40 años, lucían animosos y se habían vuelto más cínicos. Se convirtieron en una especie de aristócratas del rock, y lo sabían.
A finales del pasado siglo lanzaron Bridges to Babylon (1997), y aquellos chavales que habían ido al colegio juntos y que ni se imaginaban que su música pudiera ser tan potente alcanzaban el medio siglo de edad. Un momento perfecto, pensaron, para seguir siendo unos jovenzuelos y volver a dar saltos por los escenarios de todo el mundo con sendas giras de 1998 y 1999.
Los abuelos del rock
Los abuelos del rock, que ahora tenían más de 60 años a principios del siglo XXI, seguían desenvolviéndose en el escenario como peces en el agua con grandes giras internacionales y grandes ganancias económicas. Incluso, 10 años después un eufórico Ronnie Wood anunciaba a la prensa que los Rolling Stones, así como los monjes, nunca se retirarían, y que solo los separaría la muerte de sus integrantes.
Sin embargo, uno de sus mayores varapalos llegó el pasado año con la muerte de Charlie Watts. A pesar de ello aún siguen al pie del cañón y Mick Jagger, Keith Richards y Ron Wood siguen llenando estadios, como grandes leyendas del rock, porque como ellos mismos se definen son la banda de rock'n'roll más grande del mundo.