El consejero de Hacienda, Alfonso Domínguez, ya ha anunciado que  los presupuestos de la comunidad autónoma superarán en 2025 los 2.000 millones de euros y será, de esta manera, la primera vez que las cuentas públicas rebasen esta cifra, siguiendo una tendencia ascendente que elevó las cuentas públicas a 1.947 millones el año pasado y a 1.898 en 2022. 

La hoja de ruta de la economía  pública para el próximo ejercicio contemplará también la eliminación del impuesto de patrimonio, según ha anunciado en repetidas ocasiones el presidente del Gobierno, Gonzalo Capellán, un tributo que en 2022 -último dato con cifras disponibles, y que ha publicado el miércoles la Agencia Tributaria-tuvieron que abonar 2.458 riojanos cuya base liquidable resultó ser superior a 700.000 euros o, si no era así,  el valor total de sus bienes fue mayor de 2.000.000 de euros.

Este número supone un ligero descenso de 24 personas sobre las 2.482 del año precedente -cuando se alcanzó la cifra más elevada de la historia- y prácticamente iguala el número de 2020, cuando fueron 2.454. Esta reducción ha sido general en el conjunto nacional, donde se ha pasado de 231.367 a 230.365 ricos, a consecuencia del desplome en Andalucía, de un 35%, aunque solo en Extremadura y en La Rioja se redujo también el número de ricos respecto a  2021.

Este descenso en la cifra de declarantes ha conllevado, igualmente, una rebaja en la cuantía que atesoran, que ascendió a 7.491 millones, una suma sensiblemente inferior a los 7.670 millones de 2021, la mayor desde que hay registros. Sin perjuicio de esta disminución, esta cantidad multiplica por cuatro el presupuesto de la comunidad autónoma y supera la riqueza de 2020,  de 7.270 millones e, igualmente, mayor que los 7.345 millones del año prepandemia.

De la misma manera, el capital individual medio de cada uno de estos 2.458 ricos ha minorado un 1,20%, al pasar de 3,08 millones a 3,04, una caída que no ha sido la tónica general -solo han perdido patrimonio en seis comunidades autónomas-, aunque mucho menos acusada que el 21,6% de Asturias y el 14,5% de Baleares. Paradójicamente, en Andalucía, y a pesar del significativo descenso de declarantes, el patrimonio individual ha crecido de manera inversamente proporcional, en un 33,1%.

En el conjunto nacional, y dejando al margen las comunidades forales con sistema tributario propio, los ricos riojanos no están mal posicionados y, aunque son más 'pobres' que la media, donde alcanza 3,75 millones tras crecer el 2,32%,  son los séptimos con más dinero e inmuebles de las comunidades de régimen común.

¿Cuánto han pagado? Pues, de la misma manera, la Agencia Tributaria ha notado el descenso de la riqueza de los riojanos que acumulan mayor capital, que han aportado, según los datos facilitados por el Gobierno riojanos, 14,4 millones, 800.000 euros menos que en 2021, cuando fueron 15,4 millones de euros, igualando la cuantía, 14,5 millones, de 2020.

Estas sumas, recaudadas bajo el Gobierno socialista de Concha Andreu, supusieron cerca del triple   de lo que se ingresaba en la legislatura previa, bajo gestión popular, cuando la cuantía rondaba los 4,5 millones en 2019.

El grueso del capital que atesoran los riojanos con mayor patrimonio, casi el 76%, se mantiene en capital mobiliario, esto es, dinero en el banco repartido en depósitos y cuentas bancarias, dividendos de acciones o renta fija, donde guardan 5.677 millones, con unas pérdidas de 153 millones respecto a 2021, que contrastan con el importante ahorro del año precedente, de 400 millones, aunque bien es verdad que seguía a un periodo marcado por la pandemia.

Un análisis pormenorizado de este capítulo constata que 720 millones están en las cartillas de ahorro, 80 millones en deuda pública, y el resto, en diferentes modalidades de acciones y participaciones.

Los bienes inmuebles son el segundo ámbito de volumen más elevado, 1.485 millones -algo más bajo, en 15 millones que en 2021-, de los que 1.136 -15 millones menos- son de naturaleza urbana; 255, lo son también de naturaleza urbana, en este caso exenta; y 93,7 de carácter rústico.

Por seguros y rentas, los riojanos  con el capital más alto  tributaron por un total de 92 millones, mientras que fueron 146,5 por otros bienes y derechos y 83 por afectos a actividades económicas.