El nuevo sistema de cotización convence al 15% de autónomos

Feli Agustín
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La dificultad para concretar los ingresos reales disuade a los trabajadores por cuenta propia de sumarse al nuevo modelo, que cala entre los de menos ingresos

El número de medio de autónomos fue en agosto en La Rioja de 24.568. - Foto: Óscar Solorzano

El cambio revolucionario que ha supuesto la entrada en vigor a principios año del nuevo sistema de cotización del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), que establece 15 tramos para que paguen según sus rendimientos netos, «sus ingresos reales», no acaba de calar entre los trabajadores por cuenta propia. Apenas un 15% de ellos ha comunicado a la Seguridad Social su previsión de ingresos, una información que es fundamental para elegir el tramo en el que se cotiza.

Así lo recoge el Barómetro sobre la situación del sector correspondiente al primer semestre del año, elaborado por la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), que señala que el 54,1% de los autónomos afirma que no ha comunicado su previsión de ingresos y uno de cada cinco, el 31%, aún anda «muy desconcertado» con la nueva cotización y afirma no saber si ha realizado o no dicha comunicación. De ese 15% que afirma haber informado sobre sus ingresos, el 38,7%, asegura que su cuota a pagar ha disminuido frente a uno de cada tres autónomos, el 25,9%, que afirma que el importe a abonar ha aumentado.

El responsable de dicha organización en La Rioja, Fernando Melchor, reconoce que los datos son aproximados, aunque estima que entre «el 80 y el 85%» ha seguido cotizando conforme a las antiguas bases, de unos 300 euros, ante la dificultad de conocer cuáles van a ser sus ingresos reales. 

Argumenta que en el caso de la abogacía -que es su trabajo- u otras actividades profesionales, desde que se extiende una factura hasta que se produce el ingreso real «pueden pasar seis meses, un año, año y medio...», de tal manera que ofrecer una previsión trimestral sobre las ganancias reales se antoja harto complicado.

Por ello, razona, la actitud «conservadora» que mantiene el grueso de los trabajadores por cuenta propia, que confía en el antiguo sistema «y luego ya regularizará, que va a resultar más sencillo».

En este contexto, explica que se pueden cambiar hasta seis veces al año de tramo de cotización según los ingresos que se prevea y estima que habrá que esperar hasta fin de año, cuando la Seguridad Social realice las regularizaciones correspondientes a los ingresos obtenidos, para conocer el impacto real de la aplicación del nuevo sistema. «Hasta que no concluya el ejercicio no  habrá esa adecuación ajustada a los rendimientos», apunta, porque constata que en salvo en casos específicos, «la mayor parte de autónomos y profesionales no va a poder hacerlo en el trimestre correspondiente» al percibir cuantías cambiantes. El presidente de ATAconsidera en cierta manera «ficticio» que  con el nuevo sistema se cotice conforme a los ingresos reales -ese es su objetivo- «porque hasta que no pasan los periodos de facturación» no se van a saber cuáles son. «Se va a jugar con previsiones, y a final de año se realizará la regulación», reitera  Melchor.

Menos ingresos. Por su parte,  Javier Marzo, secretario general de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) de La Rioja,  estima que son los que tienen menores ingresos los que «mejor lo han aceptado», ya que se trata del colectivo que resulta más beneficiado por el nuevo sistema de cotización. «Los que tienen ganancias netas de 600 o 700 netos pagan 200, 70 menos al mes», apunta.

 Responsable de una organización vinculada a UGT, menciona que el objetivo que perseguía el sindicato con el nuevo sistema es que «quien más ingresos tenga, más pague a la Seguridad Social», al igual que lo que sucede en el régimen general, de tal manera que los que superan «un beneficio neto de 1.300 euros» van «progresivamente pagando un poco mas». 

Marzo indica que quienes están ya pagando, en principio, según sus ingresos reales «están tirando hacia arriba», puesto que la Seguridad Social realizará la regularización a fin de año.