Raquel Pérez del Toro es una joven que ha venido a Logroño para ser residente de primer año en la especialidad de psiquiatría.
Esta joven natural de Gran Canaria ha venido a la capital riojana porque «quería probar un nuevo reto e ir a hacer la residencia en alguna ciudad del norte». El Hospital San Pedro, destaca, me pareció una buena idea ya que «era el hospital de referencia de la comunidad, y al ser de tamaño mediano me brindaba un ambiente más cercano».
Su labor, explica, depende de la rotación en la que esté, pero en general los residentes de Psiquiatría nos ocupamos del diagnóstico y tratamiento de los pacientes con trastorno mental grave aunque «estamos supervisados por un adjunto de siquiatra».
Asegura que la especialidad de Psiquiatría, a diferencia de lo que ocurre con otras especialidades, conlleva un proceso de crecimiento profesional y de adquirir conocimientos teóricos y prácticos, y otro proceso de evolución personal que «poco a poco he comenzado a experimentar». «Siento que he aprendido mucho y que soy cada vez más consciente de todo lo que me falta por aprender», indica.
Por otro lado, Pérez cuenta que en Psiquiatría ocurren con frecuencia situaciones impredecibles. «El momento que más me ha marcado fue cuando supe de que una paciente a la que atendí se suicidó», relata.
El primer paso para superarlo, explica, es poner sobre la mesa que sentir emociones es normal, y que el duelo es un proceso que hay que pasar. Además, es importante tener espacios de diálogo para «poder hablarlo con otros residentes y adjuntos que han pasado por situaciones similares».