Una de las artistas que ha expuesto en este Estudio Bar es Vanessa Seoane, una joven que no solo se expresa a través de los cuadros, sino también con la música, la poesía o el teatro. «Desde pequeña he sido muy polifacética», subraya.

Esta pintora cuenta que utiliza el arte para sanar, a la vez que quiere compartir dicha sanación con las personas que vean su arte. Su exposición se llama Oir, ver y callar y está compuesta por un conjunto de cuadros donde ha expresado lo que ella sentía en el momento en el que los pintó. 

Uno de sus cuadros representa su infancia, ya que ha pintado una playa de Portugal donde veraneaba de pequeña. Como curiosidad, la artista ha utilizado arena de esa misma playa para realizar la obra.

Otro de sus cuadros representa unos campos de cultivo quemados, ya que «cuando los agricultores quieren volver a plantar queman la zona. Eso me recordó a dejar el pasado atrás y quemar ese ciclo para que venga otro», cuenta.

También ha representado unos árboles hundidos en el agua del pantano de Alloz. «Ese lo pinté en un momento de mi vida un poco difícil», recuerda.

Señala que un día fue al pantano y vio que esos árboles estaban de pie pese a estar hundidos en el agua. «Me produce mucha paz y quiero transmitir eso a la gente», explica.

La propuesta de exponer en el bar salió del propio Javier Moreno, ya que «le gusta mi arte y me dio la oportunidad de expresarme». Esta es la primera exposición de esta joven artista, ya que hasta ahora solo había realizado trabajados individuales de carácter privado.

Seoane está muy contenta porque las críticas que han recibido sus cuadros hasta el momento han sido «muy positivas». «A todo el mundo le han gustado los cuadros y me dicen que no pueden elegir solo uno», cuenta orgullosa.

Esta artista reconoce que no esperaba una reacción tan buena por parte del público, lo que le ha subido la autoestima.