El residente de cuarto año, Guillermo Ulibarri, indica que el planteamiento a nivel teórico es bueno porque España es de los últimos países de Europa que continúa con el modelo de guardia de 24 horas, mientras que en el resto de países de la Unión Europea funcionan a turnos.
Pero le preocupa que son cambios que no se pueden hacer a corto plazo porque «hay que cambiar un modelo de guardias 24 horas a un modelo de turnos, que es lo que tiene enfermería en el hospital. Tienen que concretar mucho».
La solución, propone, sería trabajar el tema de las plantillas, ya que «habría que contratar a más personal para reforzarlas más». Además, añade que si se tiene en cuenta que «los médicos dejaríamos de hacer turnos de 24 horas, necesitaríamos más personal para que durante esas 24 horas, la atención asistencial esté garantizada, ya sea con turnos de 12 o de ocho horas».
Por otro lado, Ulibarri cuenta como vive él sus guardias. «Es una situación muy estresante y se van haciendo muy duras. Muchos compañeros te dicen que la energía que tenías de residente de primer año se empieza a perder un poco», indica.
Recuerda que las guardias de urgencias, que probablemente sean la más conocidas, «son un trabajo a destajo, en el que siempre hay mucha gente, mucha presión asistencial y no se para de trabajar».
Su caso es especial porque tuvo un cáncer con 24 años que le ha dejado una pequeña discapacidad, lo que provoca que no pueda hacer turnos de 24 horas por su situación física. «He acordado que hago guardias hasta las 12 horas de la noche y se me respeta el derecho de libranza de guardia del día siguiente. Las horas que me quedarían para completar la guardia las compenso a las tardes en el centro de salud», concluye el residente.