Santi Vivanco Sáenz (Logroño, 1973) preside la Fundación Vivanco desde 2000 y el museo homónimo desde 2004. Su apellido paterno está, desde 1915, ligado al vino pero su inspiración artística es toda materna. Museo Vivanco y el Centro de la Cultura del Rioja han unido sus fuerzas para potenciar el nuevo recinto expositivo logroñés.
Vivanco es una apellido intrínsecamente ligado al Rioja. Vivanco tenía que estar en el Centro de la Cultura del Rioja.
Es un proyecto que viene de muy largo, de la época de Julio Revuelta como alcalde. Recientemente se retomó con Pablo Hermoso de Mendoza y con el cambio de Ayuntamiento se ha cristalizado. Tanto Conrado (Escobar) como Miguel (Sáinz) han aceptado la propuesta presentada en su día.
Es una propuesta complementaria con la actividad del Museo Vivanco. Es buena para La Rioja, no supone ningún problema ni ninguna intromisión. Siempre hemos visto bien que el Ayuntamiento hiciera un centro que, encima, vino de la mano de Marino Pascual que también diseñó el Museo Vivanco.
Museo Vivanco tiene un fondo muy grande y es una pena tener piezas que no pueden ver la luz y es precisamente cuando son expuestas cuando cobran valor dichas piezas.
El acuerdo es para cuatro exposiciones. No sé si están ya definidas.
Hay cuatro exposiciones ya definidas. La primera es hasta el 31 de marzo y a partir de entonces le seguirán el Vino en las religiones, centrado en el antiguo Egipto, Grecia y Roma pero también el judaísmo y el cristianismo. La siguiente será El vino en el arte contemporáneo y la última será El vino y la fotografía, con fotos inéditas.
Museo Vivanco y Centro de la Cultura del Rioja maridan bien, ¿verdad?
La relación es fenomenal. Personalmente, soy de los que vienen mucho al Centro de la Cultura del Rioja. Creo que lo está haciendo muy bien, que la programación es excelente y el personal responsable del Centro es muy bueno. El Centro de la Cultura del Rioja tiene mucha vida por delante.
Logroño necesitaba un espacio como el que se acaba de reinaugurar.
Logroño es una ciudad indisolublemente ligada al vino. Un centro de estas características era necesario. Que no hubiera nada relacionado con el vino en una ciudad como Logroño era algo que sorprendía. Aunque también tenemos que reconocer que Burdeos, por ejemplo, ha tardado en desarrollar la Citè du vin (Ciudad del vino).
El Centro de la Cultura del Rioja va a ser un buen catalizador para dinamizar el turismo pero también es una buena noticia para los logroñeses y para los riojanos que se pueden beneficiar de sus actividades y de sus exposiciones.
Una copa para dos, la mujer a través de la cultura del vino puede visitarse hasta el 31 de marzo. ¿Cuál es el objetivo de la muestra?
El mundo del vino siempre se ha caracterizado por su machismo. Salvo en el antiguo Egipto, en el que el acceso al vino era igualitario, y en el siglo XX, la mujer en el acceso al vino siempre ha dependido del hombre.
Pero esto es algo que ha cambiado por completo. En Estados Unidos la mujer es la responsable, en un 75% de los casos, de la decisión de compra del vino. En Europa este porcentaje es del 70%. En la actualidad, la mujer consume más vino que los hombres. Creo que el siglo XXI es el siglo de las mujeres, creo en ello y creo que había que reivindicar a la mujer en el mundo del vino.
La mujer ha estado preterida en el mundo del vino pero ahora la situación ha cambiado.
Es una realidad a la que se ha dado la vuelta de forma muy rápida. Además de los datos de consumo, hay mujeres bodegueras, hay muy buenas enólogas, más mujeres que hombres estudiando sumillería, etc. A nuestro museo, por ejemplo, vienen más mujeres. Es una realidad que no se puede obviar.
Pinturas, grabados, litografías, cerámicas, etc. ¿Qué puede ver el visitante en Una copa para dos?
Llevábamos quince años adquiriendo piezas centradas en la mujer y ahora hay algunas que ven la luz por primera vez. La exposición recoge obras de las riojanos García Moreda y también de Luis Burgos pero además hay obras de Picasso, de Mel Ramos y exponemos, por vez primera, una vendimia de Chagall que, personalmente, me emociona mucho.