El grado de innovación y el nivel tecnológico con el que actualmente las empresas desarrollan su actividad no tiene precedente en la historia. Los empresarios son cada vez más conscientes de que cuanto más invierten en los más modernos sistemas que existen en el mercado en digitalización, Big Data, Inteligencia Artificial (IA), Internet de las Cosas (loT) y Blockchain, mayores rentabilidades y crecimiento obtienen.
Cualquier sector que se analice tanto a nivel nacional como internacional se encuentra en una profunda transformación y considera la tecnología como la mejor estrategia y una excelente aliada, no solo para mantenerse en un contexto complejo y globalizado, sino también para posicionarse por encima de su competencia.
Las cifras de inversión en I+D en España en 2021 superaron holgadamente tanto el nivel prepandemia, con 15.572 millones de euros, en 2019, es decir, el 1,43% del PIB, como la cantidad máxima previa a la crisis financiera de 2010, con 14.588 millones de euros.
El objetivo nacional en esta carrera global es alcanzar la meta del 2,7% del PIB en 2027, lo que supondría duplicar el volumen actual de capitalización, añadiendo más de 18.000 millones de euros de inversión adicional al sistema de ciencia e innovación, hasta llegar a alcanzar 35.000 millones de euros.
En la evolución de la inversión española en I+D han contribuido tanto el sector público, con un 7,8% hasta los 7.497 millones de euros en 2021, como el privado, con un 10,6% del total, hasta alcanzar la cifra récord de 9.752 millones de euros, según precisa un informe publicado recientemente por la Fundación para la Innovación Cotec, que subraya que se ha conseguido recuperar 11 años después los niveles observados en 2010.
En este escenario, el presupuesto en innovación y desarrollo en el país se situó en 2021 en el 63% de la media comunitaria.
Los economistas ponen en valor esta nueva mentalidad emprendedora que se está imponiendo en todo el planeta y aseguran que el retorno económico por cada euro que se invierte en I+D se puede multiplicar por más de 10 en los balances económicos de una empresa.
Las nuevas tecnologías basadas en la digitalización como la Inteligencia Artificial, el Big Data, el Internet de las cosas y Blockchain conectan con una nueva forma de producir y de salir a conquistar los mercados más exigentes en los que compiten las organizaciones de todo el mundo.
Sectores. El camino de la inversión en I+D también muestra diferencias en función del sector y la actividad que se trata. De esta manera, hay un total de 13 segmentos de los 30 que recopila la estadística que ya han superado los niveles previos que se registraban antes de la crisis financiera. Entre ellos, destacan los de vehículos de motor (un 176% por encima), construcción aeronáutica y espacial (61%) y energía y agua (61%).
Por otro lado, entre las 17 actividades que no han recuperado los niveles precrisis, los que presentan peores registros son el del cuero y calzado (70% de caída), construcción (59%) y confección (58%).
En esta línea, el despegue de las energías renovables gracias al empuje de las instalaciones de fuentes eólicas y solares han permitido que solo en este año más del 50% del consumo en España proceda de sistemas verdes, lo que coloca al país en un contexto de liderazgo.
Respecto a la Inteligencia Artificial, los expertos sostienen que es una de las tecnologías que más negocio van a generar en la próxima década. Se trata de una herramienta que se está empleando como apoyo en los procesos de fabricación para aumentar la productividad. Así, se ha pasado de automatizar tareas de naturaleza repetitiva a hacerlo también en actividades consideradas como creativas.
Las empresas más importantes de la construcción utilizan este tipo de innovación para bajar los costes e incrementar sus beneficios mediante un software propio que combina además el Internet de las cosas (loT) y la señal 5G. El valor añadido que aporta este nuevo formato de producción está cambiando la relación entre la empresa y el cliente, así como la planificación laboral con el empleado.