Arag critica a bodegas que avisan tarde que no comprarán uva

G.B.
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La organización dice que las firmas «serias» que prescindirán de proveedores les avisaron a tiempo de pedir cosecha en verde. Se ofrece a ayudar a los afectados a buscar otro comprador

Un tractor transporta uva recién recogida e una viña de Rioja. - Foto: Clara Larrea

Arag-Asaja se muestra crítica con bodegas que han anunciado con retraso a proveedores con los que venían trabajando que este año no les comprarán la uva, dado que esa demora ha dejado a algunos de estos viticultores con el plazo ya cerrado para solicitar la cosecha en verde y con la incertidumbre de no saber a quién le venderán la producción de sus viñas.

«Es lamentable que cerrado el plazo de la vendimia en verde haya bodegas que vengan ahora diciéndo a proveedores que no les comprarán la uva; es injusto», asegura el secretario general de Arag-Asaja, Igor Fonseca, que añade que las firmas bodegueras «serias» que adquirirán menos uva en la próxima vendimia hace meses que avisaron a los agricultores, para que pudieran acogerse a la medida de la cosecha en verde o bien buscar un comprador alternativo.

La organización agraria se ha ofrecido a mediar para buscar una bodega alternativa a aquellos viticultores de la Denominación de Origen Calificada (DOCa) que se hayan encontrado de la noche a la mañana sin comprador para sus uvas en la vendimia 2024.

Aunque no cita expresamente el caso de Bodegas Riojanas, que el pasado miércoles comunicaba a parte de sus proveedores el retraso en el pago de la uva de 2023 y que prescindirá de ellos en la vendimia de 2024, ni tampoco otros casos concretos, Arag-Asaja explica en una circular interna, difundida el viernes, que está recopilando información «sobre los problemas que tienen muchos viticultores para vender su cosecha durante esta campaña, al conocer que hay algunas bodegas que estos días están comunicando a viticultores que no comprarán la uva de esta próxima vendimia». En ese mismo escrito, la organización profesional agraria anuncia su intención de elaborar una base de datos con el total de la producción afectada por estos descartes de última hora, con el fin de poder ayudar a viticultores afectados a buscar una alternativa y ofrecerles asesoramiento legal.

nerviosismo. Fonseca matiza que tal vez no sean tantos los agricultores que se ven a estas alturas sin la garantía de tener comprador para su producción de uva, ya hay muchas bodegas que avisaron con tiempo de su menor previsión de compra de uva para este año. «Aunque fueran unos pocos, esas situaciones generan mucho nerviosismo e inseguridad jurídica, que queremos evitar», añade el directivo de Arag-Asaja.

 

«Hemos querido dar tranquilidad y que no haya quien se aproveche para bajar los precios»

Con su iniciativa de ofrecerse como mediadora para buscar bodegas alternativas a viticultores descartados a última hora por sus compradores habituales de uva, Arag-Asaja pretende «dar tranquilidad» a agricultores que se vean en esa circunstancia «y que no vayan con nerviosismo de bodega en bodega ofreciendo su cosecha», para evitar, además, que pueda haber compradores de uva que se aprovechen de esa necesidad y tiren de los precios a la baja, comenta Igor Fonseca. El director general de Arag-Asaja recuerda que la Ley de la Cadena Alimentaria establece que las bodegas, u otros agentes compradores, no pueden decir que no quieren la uva con escaso margen de tiempo antes de una vendimia. Señala que aunque algunos de los viticultores desechados por las bodegas puedan tener contratos en vigor, la práctica indica que en muchos casos los agricultores transigen y no toman acciones legales por no generar una imagen conflictiva, «pero llega un momento en que hay que hacerse valer».

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