Caixabank, entidad bancaria de referencia en esta comunidad al ser la propietaria de la antigua Caja Rioja, mantiene invariable desde julio sus previsiones sobre el crecimiento de esta región para 2023, un 1,8%, algo menos que la media del país, que eleva al 2%, un avance discreto, que las previsiones de los expertos no desmienten en medio de la incertidumbre política.
«El Gobierno regional está todavía en stand-by», considera Ernesto Gómez, presidente del Colegio de Economistas, que reflexiona que, al igual que otros gobiernos regionales, el riojano no esperaba el resultado que depararon las elecciones generales, lo que ha provocado una situación de «parálisis, al estar todo en el aire».
Eduardo Rodríguez Osés, profesor de Economía de la Universidad de La Rioja, coincide en la «incertidumbre» que generan la inestabilidad política y la inseguridad jurídica de las transacciones. Además, el diferente color entre el gobierno regional y el probable ejecutivo central puede provocar divergencias que, si no se liman, acarrearán consecuencias negativas.
El presidente de la Federación de Empresas (FER), Jaime García Calzada, asegura que el tejido societario no se sacude la incertidumbre que, además de por diferentes asuntos de cariz económico, viene provocada por la «inestable» situación política en nuestro país «sin formación de gobierno y con la incógnita sobre el futuro», sobre qué acuerdos van a propiciar la formación de un ejecutivo o «si nos encaminamos a nuevas elecciones».
«Esta situación produce una parálisis en las inversiones, actuaciones y proyectos», constata el presidente de la patronal, que manifiesta que su principal preocupación reside en la política del hipotético futuro gobierno. Al respecto se pregunta si grandes firmas, pymes y autónomos se situarán en el centro de las medidas económicas y el apoyo al tejido empresarial será su prioridad política, «o por el contrario se pondrá a las empresas en la diana, como en los últimos cuatro años y se mantendrán al margen de las prioridades del país», lo que, augura, afectará a la creación de empleo y riqueza.
«Las incógnitas están por aclararse», señala García Calzada, que no olvida la complejidad de un contexto internacional que sigue viviendo una guerra en Europa con el freno del crecimiento de la economía china.
¿Cómo irán las cosas? Respecto a la evolución económica, Ernesto Gómez se muestra más optimista sobre la progresión de la riqueza regional que las previsiones que ofrecía hace tres meses el último número de la Revista de Economía Riojana, que elabora el Colegio junto a Ibercaja. «Las expectativas son algo más positivas, con un incremento estimado de alrededor del 2,5%», señala el economista, que resalta, no obstante, que es un avance que no genera empleo.
Para contextualizar el actual estado de las cosas, apunta que, entre otros factores que lastran la actividad empresarial, figura la dificultad de encontrar trabajadores de múltiples perfiles profesionales, y menciona los aprietos que, a pesar de una ligera mejoría, sigue atravesando el sector del automóvil, cuya industria auxiliar presenta gran relevancia en La Rioja.
El decano del Colegio de Economistas, que no olvida que persiste la guerra en Ucrania, confía en que el sector conservero de la comunidad «no sufra la subida de precios» que experimentó el año pasado.
Eduardo Rodríguez Osés señala que las alzas económicas observadas, tanto a nivel mundial como nacional, «son más aparentes y monetarias que reales», con la economías menos desarrolladas lastradas debido a los costes financieros y los elevados precios energéticos. El tejido productivo riojano no es ajeno a estos factores y, aunque el comercio exterior es positivo, recuerda que la tasa de cobertura se ha ido reduciendo en los últimos trimestres. «Los costes se han disparado, no solo por el comportamiento de la energía, sino por las materias primas, costes financieros, tributarios y el encarecimiento de los salarios», reflexiona el profesor.
«Todos estos elementos generan incertidumbre en un contexto en el que el consumo se está ralentizando, por no decir reduciendo», argumenta Rodríguez Osés, poco optimista de cara a un futuro en el que una digitalización «en fases incipientes» perjudica a esta comunidad.
Reconoce queLa Rioja está en mejor situación que otros territorios, con menor cifra de paro o mayor peso industrial, pero con importantes retos a afrontar, como el relevo generacional o la ganancia de dimensión en las empresas en un escenario en el que el encarecimiento de las hipotecas y la subida de los precios puede castigar a las familias.
García Calzada afirma que la elevada inflación, en particular la subyacente, y la subida de los precios energéticos y los combustibles, que siguen al alza, lanzan sombras sobre la empresa, mientras los costes de la alimentación están «deteriorando» la economía familiar.
El presidente de la patronal, que reconoce que los datos macroeconómicos arrojan parámetros favorables, menciona también las dificultades para el acceso al crédito con el que se encuentran las pymes y autónomos y los elevados tipos de interés a los que se enfrentan los ciudadanos, que están afectando al consumo de los hogares y las familias. «No nos queda otro remedio que ser prudentes, y optimistas, seguir trabajando y mirar hacia adelante», asegura el empresario.
¿Y los fondos europeos? «Ya nadie habla de los fondos Next Generation, y habrá que ejecutarlos», destaca Ernesto Gómez en medio de la auditoría que esta realizando Arturo Colina, director de la Fundación para la Transformación, sobre la gestión de los fondos europeos en la comunidad, así como el análisis de los proyectos impulsados para su reorientación y desarrollo.
A la espera de que el Gobierno regional aclare su gestión al respecto, el economista aconseja insistir en la eficiencia energética en viviendas, «algo muy fácil de hacer», además de «conservar» los programas que están funcionando bien.
El profesor Rodríguez Osés afirma que los fondos Next Generation no llegan al tejido productivo real y menciona su escaso efecto sobre sectores de notable importancia en La Rioja, como son el alimentario y de transformación industrial. Al respecto de las inversiones públicas realizadas a través de los planes de transformación riojanos, constata que están siendo «muy cuestionadas» y se asemejan a las efectuadas a través del plan E de José Luis Rodríguez Zapatero, con resultados económicos de escasa trascendencia.
«Además, en algunos casos, es dinero que no queda en la región porque son otras comunidades y entornos los que tienen un papel activo», afirma el economista, que confía en que esas deficiencias se corrijan.
García Calzada recuerda que desde la patronal siempre se ha denunciado el «oscurantismo» de los fondos europeos y la gran dificultad para que lleguen a las empresas y, aunque comprende la actual gestión del Gobierno regional, apela a acelerar el proceso para que los fondos lleguen al tejido empresarial.