España y también La Rioja vuelven a ser un paraíso para la energía solar fotovoltaica. Los cambios legales de los últimos años, que incentivan la producción de energías renovables, han disparado la presentación de proyectos de parques e instalaciones solares hasta niveles desconocidos. Ese enorme interés por producir electricidad a partir del sol hace que el Gobierno de La Rioja tenga sobre la mesa 22 solicitudes de proyectos de parques fotovoltaicos. De llegar a buen puerto todos ellos, la región sumaría 900 megavatios de producción eléctrica fotovoltaica, diez veces más que la que tiene ahora.
El panorama fotovoltaico riojano actual lo conforman una veintena de parques produciendo energía a partir de la luz solar, con una potencia instalada total de unos 85 megavatios. La mayor parte, el equivalente a unos 72 megavatios, estaban ya instalados antes de la crisis de 2007-2008 y del famoso ‘impuesto al sol’ del Gobierno de Rajoy, que desincentivó el desarrollo de la energía solar. Desde septiembre de 2019, se han creado dos nuevos parques en la región, uno en Alfaro, con una potencia de 11 megavatios, y el otro, una prolongación de otros ya existentes en Autol, con unos 2 megavatios.
Freno a la especulación. Pero el boom fotovoltaico ha ido a más, tanto que Red Eléctrica de España (REE) tomó cartas en el asunto en junio para evitar una burbuja especulativa en España, que premiase a promotores interesados solo en comerciar con los permisos. La compañía reguladora paralizó temporalmente la concesión de derechos de acceso y conexión y fijó de plazo hasta el 21 de septiembre para que los promotores que decidiesen retirarse no perdiesen los avales, lo que depuró la lista de espera y apartó a buena parte de parques y huertos solares.
En este nuevo escenario, los proyectos que esperan visto bueno en La Rioja tendrán hasta el 25 de diciembre en unos casos y finales de enero en otros para tener las autorizaciones administrativas. «Esperamos que haya unas 22 instalaciones que presenten los proyectos», explica el director general de Transición Energética y Cambio Climático del Gobierno de La Rioja, Iván Moya, que confirma la fuerte demanda que existe por montar instalaciones fotovoltaicas, tanto de tipo industrial como de paneles para autoconsumo por parte de pequeñas empresas o de particulares.
Es el Gobierno de La Rioja el que debe dar su autorización antes de finales de año para que esos nuevos promotores obtengan el permiso de acceso y conexión (las pequeñas instalaciones de autoconsumo no lo necesitan) para poder engancharse y verter la electricidad producida a la red eléctrica.
«El interés está claro y buena prueba es que Red Eléctrica consideró que era desmedido», comenta Iván Moya, que apunta que sin el parón decidido en junio por REE, habría aún más solicitudes. Y es que el sistema eléctrico tiene sus límites a la hora de que las subestaciones eléctricas y las líneas de alta tensión soporten un aumento tan significativo de la producción.
De hecho, Red Eléctrica, titular de las subestaciones y de los tendidos eléctricos, está en ese análisis, aunque el director general de Transición Energética y Cambio Climático opina que si previamente la compañía ha concedido permisos, es que considera que su infraestructura de transporte de energía puede dar salida a ese aumento de la producción.
A priori, se puede instalar un parque fotovoltaico en cualquier punto de la región, pero en la decisión se tienen en cuenta las horas de insolación y sobre todo la proximidad a las subestaciones eléctricas por razones de costes.
Y la ‘joya de la corona’ es la de Santa Engracia, cercana a Galilea, construida para evacuar la electricidad que produce la central de ciclo combinado de Arrúbal y conectar las dos grandes líneas de alta tensión que atraviesan La Rioja, de 400.000 y 220.000 voltios, para asegurar el suministro si una de las dos fallase. El resto de subestaciones están en Quel, El Sequero y Haro.
Rioja Baja, la más apta. Horas de luz solar y proximidad a las subestaciones hacen que sea La Rioja Baja el territorio más propicio para montar las plantas solares. En Arnedo está la mayor planta fotovoltaica, de 30 megavatios de potencia y propiedad de Iberdrola.
¿Cuándo podrían entrar en producción esos 22 parques que han solicitado los permisos? Iván Moya cree que es difícil fijar plazos, pero una vez que están todos los parabienes oficiales, un parque puede estar listo en un seis meses o como mucho un año. «Esperamos que en diciembre de 2021 si no todos, sí algunos de esos 22 proyectos estén en funcionamiento», apunta el director general.
En el mix energético riojano, la energía fotovoltaica ocupa el tercer lugar, aunque bien es cierto que aún a enorme distancia de otra renovable, la eólica. Según datos de Red Eléctrica de España, el parque generador de La Rioja cerró 2019 liderado por el ciclo combinado (785 MW), seguido de la eólica (448 MW), la solar fotovoltaica (97 MW) y la hidráulica (52 MW). Y un detalle; la fotovoltaica fue la única energía renovable que aumentó su potencia instalada el pasado año.