El lobo diezma la cabaña de las Siete Villas en 222 cabezas

R. Muro
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La Rioja contabiliza 260 ovejas muertas por la dentellada del cánido hasta el 21 de agosto, a las que hay que sumar, al menos, otras 10 registradas desde entonces

Medel da de comer al rebaño con la atenta mirada de un mastín - Foto: Ingrid

El cambio de Gobierno en la Comunidad autónoma imprime ciertas dosis de esperanza al sector ganadero en la estrategia a seguir en la tan ansiada, como compleja, convivencia entre el ganado extensivo y el lobo. La situación, año a año, arroja un balance de ataques que marca una clara tendencia al alza y el presente ejercicio 2023 camina por los mismos derroteros. La consejería de Agricultura, Ganadería, Mundo Rural y Medio Ambiente del Gobierno regional ha certificado hasta el pasado 21 de agosto un total de 260 ovejas muertas bajo la garra del cánido y el 83% de estos mortales ataques se han registrado en los municipios de las Siete Villas. En concreto, 55 han ocurrido en Mansilla; 48 en Viniegra de Arriba; 38 en Canales; 28 en Ventrosa; 22 en Viniegra de Abajo; 21 en Villavelayo; 4 en Brieva; y 1 en Anguiano. En total, 217 ovejas muertas en esta zona de la Comunidad autónoma. Dicho de otra forma, ocho de cada diez ataques se generan en esta zona de sierra de la Comunidad autónoma.

Al margen ya de las Siete Villas, Villoslada de Cameros ha contabilizado en los ocho primeros meses del año la muerte de 23 ovejas, 7 en Nieva de Cameros, 3 en Lumbreras, 5 en Ojacastro, 2 en Ezcaray 1 en Torrecilla en Cameros y Santo Domingo de la Calzada. Todo ello teniendo en cuenta que el registro de ganado fallecido por el ataque del lobo, de cara a la solicitud de indemnizaciones, exige ciertos criterios para su contabilización. A estos datos facilitados por el área de Gobierno que lidera Noemí Manzanos, y actualizados a 21 de agosto, habría que sumar, al menos, otras dos ovejas muertas en Nieva, otras 6 en el término municipal de Torrecilla, en concreto en la zona conocida como Serradero, y otras dos en las Viniegras. Todas se han comunicado a partir del pasado día 21.  En total, de enero a agosto, el lobo ha matado unas 230 ovejas.

Sin embargo, desde el verano del pasado año 2022, La Rioja Baja no ha registrado ni un solo ataque del cánido y a lo largo de 2023, siempre en base a los datos que obran en poder del Gobierno regional, el ganado ubicado en los diferentes municipios del Camero Viejo tampoco ha sufrido la dentellada del lobo.  Con todo, desde el sindicato agrario UPA, integrado en UGT, consideran que las en las Siete Villas hay asentadas, al menos, tres manadas, según los datos trasladados por Néstor Alcolea, secretario de Organización de la Unión de Pequeños Agricultores. Otra más merodea por la zona de Ezcaray y una quinta por el Camero Nuevo, en concreto por el término de Villoslada de Cameros. 

35 ejemplares. En total, y a falta de un censo oficial, desde el sindicato agrario estiman que puede haber en el ámbito de la Comunidad autónoma alrededor de 35 ejemplares a razón de unos 7 individuos por manada. Y de todos ellos, 12 podrían ser lobas. Tampoco se descarta en esta estimación que pueda existir algún ejemplar solitario que realice incursiones en los diferentes municipios que han sufrido desde el pasado mes de enero y de forma puntual el ataque del cánido.

Todo ello en un duro tira y afloja  entre el sector ganadero y las asociaciones ecologistas que ha tenido su reflejo en los gobiernos de Concha Andreu, la pasada legislatura, y el de Gonzalo Capellán, en la actual. La primera impulsó el  Plan de Protección, que incluye la extracción de ejemplares en determinadas circunstancias y que han heredado los segundos. Un protocolo que fue recurrido en vía judicial por la Ascel. Los segundos, por su parte, han solicitado recientemente al Ministerio que elimine tal protección en una firme postura por la defensa del sector ganadero.  

En este contexto de tensión absoluta, UPA solicitó ya hace meses la extracción de ejemplares en la zona de las Siete Villas. Afecha de hoy, sus demandas no han recibido respuesta.