De Rumanía a La Rioja con un bronce en ciencias

David Hernando Rioja
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Dos jóvenes, Samuel Martínez y Rubén Vicente, participaron el pasado mes de diciembre en la Olimpiada Científica Internacional donde hicieron pruebas de biología, física y química

Samuel Martínez con su medalla de bronce y Rubén Vicente a su lado, en el laboratorio del instituto La Laboral. - Foto: Carlos Caperos

La ciencia riojana tiene futuro asegurado con las próximas generaciones. Dos jóvenes estudiantes que asisten a las clases del IES La Laboral, Samuel Martínez y Rubén Vicente, participaron el pasado mes de diciembre en la Olimpiada Científica Internacional celebrada en Rumanía, con grandes resultados para ellos mismos, La Rioja y España.

El primero, Samuel Martínez, terminó el certamen con la consecución de la medalla de bronce después de numerosos exámenes teóricos y prácticos de biología, física y química. «Me siento muy orgulloso por haber conseguido este bronce», afirma.

Conseguir estar entre los mejores de esta olimpiada en la que había estudiantes de 57 países era «muy difícil», así que «quería ser cauto aunque después de las pruebas, había una parte de mí que si esperaba lograr una medalla».

Las pruebas eran todas individuales a excepción de los ejercicios prácticos que eran en grupos de tres. «La prueba teórica más fácil fue la que trataba sobre biología», indica este estudiante.

Martínez fue el encargado de su equipo de hacer la práctica sobre biología, una prueba «difícil». Esta consistía en averiguar la región por la que había pasado un oso, y para ello, debían mirar en el microscopio partes de plantas para identificar la zona. «Había que conocer las plantas, rellenar una tabla con los resultados que ibas obteniendo y dibujarlas», detalla.

La prueba fue «difícil» porque «las muestras se me giraban constantemente y no podía verlas bien», reconoce. «Había que ponerlas en un sitio concreto y como había que hacer cortes muy finos para mirarlo transversalmente, se giraban todo el rato», lamenta.

Las otras pruebas prácticas las realizaron sus compañeros de equipo, así que «la que estaba relacionada con la química no me acuerdo muy bien pero la de física consistió en mirar la refracción de la luz y el PH de algún elemento», cuenta pensativo.

En una entrevista anterior, Martínez contó que quería dedicarse al sector de la informática. Este logro pudo cambiarle de idea pero no ha sido así porque sigue queriendo enfocar su carrera hacia la informática. «Aunque si que me presentaré a las olimpiadas que se organicen cuando este haciendo bachiller», asegura.

El otro representante riojano en esta Olimpiada Científica Internacional, Rubén Vicente, cuenta que la experiencia que vivieron fue «extraña» porque «fuimos a un sitio nuevo que está lejos de casa».  «La parte más fácil fue cuando hacíamos todo lo relacionado con la biología y lo más difícil fue los exámenes teóricos del resto de materias. La física no es mi punto fuerte», reconoce este joven.

Vicente está muy contento con su actuación en la prueba práctica, ya que «creo que me salió bastante bien pero a mis compañeros no tanto». Pese a esto, este riojano no logró alcanzar una puntuación que le permitiera escalar hasta las primeras posiciones.

Reconocimiento. La actuación de Samuel Martínez y Rubén Vicente ha sido elogiada por profesores, compañeros, amigos y familia, ya que ambos han recibido grandes reconocimientos tras su actuación. Martínez destaca que personas cercanas a él, tanto del colegio como de su círculo más íntimo, le han felicitado y le han dado la enhorabuena porque «están orgullosos de él».

Su compañero y amigo Rubén también ha sido felicitado por todos sus conocidos, ya que «he estado en Rumanía representando a España y a La Rioja». «Me siento bastante orgulloso de mí mismo porque llegar hasta esta fase internacional es un gran logro. No pensaba que ni que fuera a  pasar la autonómica y mira hasta donde he llegado», subraya.

Esta Olimpiada Científica Internacional no solo ha servido para mejorar sus habilidades en las materias de biología, química y física. Sino que también les ha permitido conocer a jóvenes de su misma edad de 57 países distintos y entablar posibles vínculos y relaciones para el futuro.  

Vicente cuenta que han tenido que utilizar sus habilidades con el habla inglesa para poder relacionarse con muchos de estos jóvenes aunque «había algunos países con los que podíamos hablar en español». «Eran todos bastante majos», resalta.

Martínez añade que principalmente estuvieron relacionándose con los estudiantes que fueron a este certamen procedentes de Colombia y Costa Rica. «Aunque también hablamos con estudiantes de otros países», señala.

Los estudiantes también tuvieron tiempo de hacer turismo y excursiones por Rumanía. Estos dos riojanos, junto con el resto de participantes, pudieron conocer el Castillo de Peles, ver un mercado navideño, hacer una visita guiada por el centro y entrar en el museo de Historia Natural. «Volvería a Rumanía», concluye Martínez.