Costara lo que costara. Esa era la 'consigna mental' del barcelonismo aquel 5 de marzo de 2019, cuando el Ajax asaltaba el Bernabéu con un 1-4 para la historia… y un mediocampista de 21 años (también con el dorsal 21) llamado Frenkie De Jong salió de Madrid poco menos que convertido en la reencarnación de Cruyff, el relevo perfecto (que incluso mejoraba al titular) de Busquets, el tipo que iba a dominar la medular durante al menos una década. Costara lo que costara… y se fue hasta los 85 millones.
La inversión parecía justa y necesaria. Y con toda la ilusión e imprudencia del mundo, la directiva que entonces presidía Josep María Bartomeu firmó al de Países Bajos un contrato de cifras casi obscenas con un sueldo progresivo que esta temporada 24/25 (el futbolista tiene contrato hasta junio de 2026) se dispara hasta los 37,5 millones de euros brutos. Y sí, a pesar de la llegada de Kylian Mbappé (libre) a nuestra Liga, el salario del francés (cerca de 32) no alcanza al de Frenkie…
Ese lastre no tendría tanto peso si el rendimiento del jugador correspondiera a la figura por la que el Barça se peleó con todo el continente en verano de 2019, pero ni su rendimiento hasta la fecha ni su situación actual justifican una pequeña parte de sus ganancias. De Jong sigue lesionado. Casi cinco meses después, el centrocampista holandés permanece en el dique seco después de un esguince de tobillo que sufrió en el Clásico del pasado 21 de abril. Era el tercero de la temporada y muchas voces autorizadas hablaron ya entonces de un claro problema en los ligamentos de la articulación.
El quirófano
Su regreso es un enigma casi desde el mismo instante en que abandonó el Santiago Bernabéu en camilla. Se barruntó la posibilidad de que llegase (aunque justo) a la última Eurocopa, y de hecho Ronald Koeman lo incluyó en una lista… de la que solo se cayó a última hora. Y se daba por hecho que iba a estar disponible para comenzar el trabajo junto a sus compañeros en julio, pero los servicios médicos seguían sin darle el alta.
Hace tan solo una semana, Hansi Flick se mostró ligeramente optimista sobre su vuelta a los entrenamientos (continúa con el trabajo individual), pero la frase del alemán fue definitoria: «Espero que no necesite pasar por el quirófano».
La operación o la no-operación son la gran batalla entre el futbolista y un Barça que está agotando su paciencia. El jugador optó desde el primer momento por un tratamiento conservador, mientras los servicios médicos del club recomendaban recomponer quirúrgicamente el tobillo. Esta misma semana, Víctor Font (líder del grupo opositor a Joan Laporta, 'Sí al futur') desvelaba que se encontró por casualidad a De Jong y que le confesó que «el club le ha propuesto operarse, pero nadie le da garantías de éxito».
Futuro
Con el tema enquistado en el vestuario, el Barça estuvo todo el verano buscando posibles compradores para el jugador de Amsterdam. En algunos portales relacionados con el club se hablaba de Laporta estaba dispuesto a escuchar incluso ofertas cercanas a los 20 millones de euros, ya que el mayor reto era sacarse su enorme salario de encima.
La dirección deportiva sigue moviendo ficha a pesar del cierre de la persiana del mercado estival, pero el objetivo sigue siendo venderlo antes de que termine su contrato en 2026. Estos días trascendía el nombre de un posible sustituto, que hoy milita en el PSG y cuya 'operación salida' podría rondar los 30 millones: Fabián Ruiz. Como todo en la Ciudad Condal, el «dejen salir antes de entrar» es obligatorio en la delicada situación financiera que atraviesan los azulgrana. Y, como ha reconocido el club ante la LFP, los contratos de Frenkie y de Robert Lewandowski (16 millones netos) le penalizan mucho en su recuperación económica.