Suele ser popularmente conocido que, cuando un partido está marcado por la igualdad y el respeto, los pequeños detalles son los que terminan decantando la balanza. Y fueron estos los que decantaron el primer derbi riojano de la segunda vuelta del Grupo II, detalles en contra del Calahorra y a favor de la Sociedad Deportiva Logroñés que terminaron por inclinar la balanza en favor de los blanquirrojos para conseguir tres puntos en Las Gaunas cuatro meses después.
FICHA TÉCNICA:
SD LOGROÑÉS. Uri; Gaizka Argente, Lazkano, Montero, Nacho Ruiz; Basurto (Castillo, 58'), Josemi Castañeda, Sergio Gil, Lamadrid (Gaubeka, 66'), Pau Miguélez (Álvaro García, 58') y Raúl Rubio (Pedro Augusto, 76').
CD CALAHORRA. Brimah Razak; Víctor López, Garro (Brais Suárez, 28'), Javi Bueno, Zubiri, Julen Hualde; Facu Ballardo (Oier Herrera, 68'), David Sánchez, Aparicio, Diego López y Jorge Martínez-Losa (Barandiarán, 68').
ÁRBITRO. Sergio Fontecha Márquez (País Vasco). Amonestó a los jugadores locales Lazkano, Lamadrid y Álvaro García, así como al visitante Razak con roja directa.
GOLES. 1-0 Min.20: Paulino Miguélez anota el penalti por el centro.
INCIDENCIAS. Partido disputado en Las Gaunas, correspondiente a la decimooctava jornada del Grupo II de Segunda RFEF.
Hubo dos partes muy diferentes dentro de los primeros 45 minutos. En la primera, ambos equipos se respetaban y tanteaban mutuamente sin prácticamente ocasiones. Era la SD Logroñés quien tenía en su poder el balón, y trataba de aplicar esas rápidas combinaciones para llegar con velocidad al área rojilla. No obstante, faltaba precisión en el tramo final, al igual que le faltó a Lamadrid en su primer disparo desde fuera del área. Enfrente, nada de un Calahorra que había despedido el año con victoria en La Planilla frente al Teruel, pero al que le faltaba rodaje en estos primeros minutos de regreso a la competición.
Fue el claro derribo de Hualde a Basurto lo que revolucionó por completo el escenario. Pau Miguélez se encargó de transformar, por fin, un penalti para los blanquirrojos, que golpearon primero adelantándose en el derbi desde los once metros. Las malas noticias para el lado rojillo iban a continuar minutos más tarde, después de que Brimah Razak pelease un balón suelto con Raúl Rubio y el guardameta derribara al delantero, a tenor del colegiado, sin posibilidad de disputar el balón. Fue un choque El colegiado entendió que Rubio tenía posibilidad de plantarse solo ante la portería y le mostró la roja directa al guardameta rojillo, dejando al Calahorra con 15 con más de una hora de partido por disputarse.
Este fue el punto de inflexión que dio comienzo a la segunda parte de la primera trama, con un Calahorra mucho más ágil y rápido frente a una SD Logroñés que dio un paso atrás. Los rojillos comenzaron a dominar la posesión, el partido y a su rival. Con rápidas transiciones y pases al primer toque encontró las fallas del equipo local, que se dedicó a perseguir sombras hasta que el árbitro mandó a los protagonistas a vestuarios. Pudo empatar Martínez-Losa por partida doble. Primero, en una acción en la que Aparicio conectó con él, dentro del área fijado entre centrales, y un disparo que Uri despejó a saque de esquina. Y después, en esta misma acción, con el ariete rematando alto de cabeza dentro del área pequeña.
La segunda parte, en cambio, estuvo repleta de todo lo que cabe esperar de un derbi riojano. Mucha disputa, intensidad y duelos entre los blanquirrojos y rojillos, pero pocas ocasiones. Insistía el Calahorra en mandar a través de la posesión y la presión adelantada en campo blanquirrojo a pesar de la inferioridad numérica frente a una SDLogroñés que quería meter el gol de la sentencia sin llegar al área.
En los primeros minutos tras la reanudación, la tuvo David Aparicio hasta en dos ocasiones, una en cada perfil del área, pero ambos disparos se marcharon por línea de fondo, con Iván Ruiz lamentándose desde el banquillo por las ocasiones desperdicias, a sabiendas de que podían no ser muchas a lo largo de la segunda mitad.
Sin embargo, iba a tener más el cuadro visitante frente a unos blanquirrojos que en ningún momento encontraron las fórmulas, ni para hacer el segundo tanto, ni para dormir el partido. Las ganas por ganar como local cuatro meses después impedían a los de Pouso desarrollar ese juego rápido y vistoso al que acostumbran, dando lugar a un equipo muy errático en la toma de decisiones y lento en la circulación. A punto estuvo de castigarlo en la recta final Zubiri, con una internada por el costado derecho del área que finalizó con una extraordinaria intervención de Uri al disparo del defensa.
La punta de la bota del arquero catalán finiquitó las esperanzas de los rojillos, que se marcharon de vacío de Las Gaunas, escenario donde la SD Logroñés consiguió ganar quince jornadas después y le permite seguir en puestos de playoff, quinta con 31 puntos.