«No fue tanto el fuego, sino que había mucho humo». Así lo expresa la pareja Miguel León y Ruth Rodríguez aliviada de que las consecuencias no hayan sido peores tras el incendio que vivieron los vecinos del número 11 de la calle Santa Justa en Logroño, la madrugada del 31 de diciembre.
León y Rodríguez, inquilinos de la vivienda contigua a la que se incendió, explican que en el 1ºB residía una pareja de personas mayores y que al parecer la causa fue «una lamparita de noche en el salón» aunque gracias a la rápida actuación de los servicios de emergencia, «ningún vecino se vio afectado». «El marido todavía está en la UCI, pero el hijo ha comunicado que está estable y mejor», apuntan.
Además, son varios los vecinos que han tenido que buscar otra residencia temporal por el olor y la suciedad a la espera de un proceso de «limpieza y pintura», exceptuando la vivienda donde se inició el fuego que ha quedado inservible.
La pareja que apenas se habían mudado y reformado el piso hace unos meses explica al «ver el humo negro» salieron agachados y lograron llegar junto a su hijo y la pareja de avanzada edad, a la planta baja donde hablaron con la policía y los bomberos sobre la situación aunque casi no conocían a los vecinos y no sabían quienes se encontraban en el edificio. «Les atendieron primero a ellos que eran los más graves y después miraron que el resto estuviéramos bien, pero nos llevaron al Hospital para el tratamiento correspondiente», afirman.